San Cadilla
en CANCHA


Por objetivos
 
Para nadie es un secreto que en la actualidad, a manera de incentivar el rendimiento a tope de sus jugadores, varios de los clubes de la Primera División acuerdan algunos contratos de sus estrellas del primer equipo, con un salario base -ya de por sí alto en algunos casos- más un incremento o bono, en caso de cumplir ciertos objetivos fijados para el

torneo.

Objetivos como los goles que anotan, los pases para gol, los juegos de titular o, en el caso de los defensas, el mayor porcentaje de minutos acumulados a lo largo del torneo etecé, etecé.

De esa misma forma, mis niños, la anterior directiva de las Chivas fue como acordó el contrato de varios de sus estelares, a los que José Luis Higuera como encargado de la lana, sólo aprobaba o rebotaba, pero en realidad no le tocó a él de manera directa negociar.

Entre esos se encuentra el de Oswaldo Alanís, quien cuando llegó a las Chivas en junio de 2015, fue firmado tres años, según me contaron allegados del papá del "Hummels Mexicano", en una negociación que él -como su representante- acordó con Néstor de la Torre, que en aquel entonces fungía como presidente deportivo.

El papá de Alanís logró para su hijo un buen salario, más un incremento si cumplía con el 80 por ciento de los partidos de la fase regular como titular.

Ahora que Oswaldo logró quedarse sin renovar contrato, avisando que se irá en junio por la vía libre, no ha jugado ni un sólo minuto de los cinco juegos que van del torneo.

Sí, ya sé que van a andar de malpensados y esa misma idea traen los que son cercanos al jugador, de que con tal de no darle un peso más de lo que ya está firmado como salario, la directiva podría sugerir que no lo pongan a jugar, peeero ¿creen que Matías Almeyda se prestaría a algo así, sabiendo que atentaría contra sus propios intereses deportivos? La verdad, no lo creo.

Basta con ver el nivel que mostró Alanís en el molero del Tri contra Bosnia-Herzegovina para darse cuenta de que, efectivamente, no trae el ritmo como para ser solución de una defensa que hace agua por todos lados.

Aunque por la urgencia no les extrañe que el sábado vea sus primeros minutos del año en su torneo del adiós.

Que al cabo que ya con los cinco partidos en la banca no alcanzaría el supuesto incremento.

 
 
'Tuca' y 'Tota'
 
Quien ayer ya avisó que está pensando en dejar las canchas de entrenamiento y el área técnica de la banca en los partidos es nada menos que Ricardo Ferretti, el bigote más bilioso de la Liga en México, porque a sus 63 años, que dentro de dos semanas ya serán 64, se puso a hacer cuentas y no quiere que su hijo más pequeño lo vea de abuelito cuando haga la primera comunión.

Lo que es un hecho es que, si el estratega brasileño más mexicano completa su actual contrato como técnico de los Tigres hasta 2021, cumplirá 11 años de su tercera era al frente de los felinos, con lo que igualará a Antonio "Tota" Carbajal como el segundo técnico con más tiempo dirigiendo a un club del futbol mexicano.

A ambos sólo los superaría el ingeniero Javier de la Torre, quien dirigió 13 años a las Chivas, entre 1960 y 1973.

Los tiempos de Carbajal eran otros, cuando lo único que logró ganar fue reconocimiento porque sus modestos Ates (sin los millonarios presupuestos de los equipos del "Tuca") jugaban muy bien y siempre resultaban animadores de las Liguillas.

En cambio, con Ferretti, con base en billetazos si ustedes quieren, los Tigres llevan ya cuatro títulos de Liga y uno de Copa, así como dos subcampeonatos de Concacaf y uno de Libertadores.

Si "Tuca" mantiene el ritmo de título por año que lleva del 2015 para acá, los norteños podrían terminar con nueve Ligas en su palmarés, cuando la cosecha que tenían al momento en que los agarró en 2010 era de sólo dos trofeos.

Sé que la edad trae también los achaques, pero ¿ustedes le creen que en 2021 cuelgue su cachucha de entrenador?

Yo no.

 
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