Momo y el Tri

Francisco Javier González
en CANCHA


La inolvidable historia escrita por Michael Ende trataba sobre los hombres grises que le robaban minutos a la gente.

Se los estafaban porque vivían de ellos. Eran una especie de parásitos del tiempo de los demás.

La inactividad de nuestros futbolistas europeos tiene similitud con la historia de Momo. Alguien se está beneficiando de ella. Para empezar, los alemanes, los coreanos y

los suecos. Porque cada minuto que dejan de jugar los fines de semana, perjudica sus deseos de triunfo, sus posibilidades de llegar a punto competitivo al Mundial de Rusia.

El análisis que publica CANCHA hace evidentes los sufrimientos de Juan Carlos Osorio para observar, gestionar y apuntalar al Tri: hay pocas fechas de aquí a la presentación frente a Alemania en Moscú. La próxima semana frente a Bosnia Herzegovina es poco lo que podrá concluir y las fechas FIFA le sirven para darles algunos minutitos a los jugadores base del seleccionado que viven en Europa para entrenar, salvo alguna honrosa excepción.

Vuelve a surgir la pregunta sobre la conveniencia de alinear a los exportados aunque no jueguen, o buscar alternativas en la Liga MX para tener jugadores que lleguen a Rusia con un mayor tono de competencia.

La respuesta no da más de dos pasos antes de caerse: en el torneo casero no tenemos material suficiente para tener un segundo equipo que se acerque a lo que se requiere en un Mundial.

Existen, sí, promesas, algunos que pueden pelear un puesto en la alineación que Osorio, usted y yo tenemos en la cabeza, y veteranos que siempre vendrán bien como Rafa Márquez u Oribe Peralta. Pero México no puede prescindir de sus jugadores exportados, jueguen o no en sus diferentes equipos y ligas.

La ventana de fichajes que está cerca de cerrar en Europa representa la única posible solución al problema: que algunos de los habituales seleccionados cambien de equipo y los pongan a jugar enseguida. En Turquía, en España, en Chipre, en donde sea. Pero que recuperen los minutos que les han sido robados y los debilitan día a día.

Si es complicado comprometerse con un equipo en forma, más difícil lo es cuando la mayoría de sus integrantes ve pasar la vida desde la banca.

Esta mañana, cuando se de a conocer la primera lista de convocados del año mundialista, empieza una cuenta regresiva que toma al Tri en mal momento.

 
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