¿Dónde está México?.- Donovan
Ufano, con gran dosis de burla y postura victoriosa, el 4 de septiembre del 2005 en el frío Columbus, Landon Donovan se acercaba a la tribuna de aficionados del Tri que le recriminaban por derrotar a México 2-0 y así conseguir el pase al Mundial de Alemania para gritarles "¿dónde está México?, ¿dónde está?".
Era el mejor momento del llamado
"Capitán América", el mejor también de aquella Selección de Estados Unidos, que asestaba otro golpe que ubicaba en su realidad a México en el área de Concacaf.
Después de esa celebración cargada de una dosis de soberbia, Landon atendió a los reporteros mexicanos en la zona mixta y les preguntaba lo mismo: "¿Dónde está México? hoy somos los mejores de la Concacaf, de eso no hay duda desde hace ya mucho tiempo", decía el mejor futbolista estadounidense de la historia.
En ese entonces a Donovan nunca le cruzó por la mente que llegaría a jugar en el país al que deportivamente le gustaba humillar, golear y cantar repetidamente el 2-0, un marcador que varias veces le repitió con su Selección en eliminatorias o en amistosos.
Landon fue siempre inteligente, siempre preciso y directo en lo que sabía podía encender a su rival.
Fue tan exacto para generar odio entre los futbolistas mexicanos que varios de ellos, como Oswaldo Sánchez, Cuauhtémoc Blanco y hasta el propio Rafael Márquez, llegaban a caer en sus provocaciones.
"Quiero verlos de rodillas, quiero verlos humillados, quiero verlos llorando", declaró en una entrevista en inglés previo al juego en Columbus de la eliminatoria rumbo al Mundial de Alemania.
Donovan cumplía en la cancha, se convertía en estrella de su equipo, el líder, en caudillo de los suyos, en abanderado de su país y en ejecutor del Tri.
Todavía está en la memoria de muchos aquel amistoso en Phoenix, el que marcaba el debut de Hugo Sánchez y que terminó también 2-0, en donde Landon en un veloz contra golpe, hizo ver mal a Carlos Salcido, con gestos burlones le pedía que lo alcanzara y luego de burlar a Oswaldo Sánchez mandó el balón a las redes.
En la celebración el portero tapatío amagó con patear a Eddie Johnson cuando se cruzó para alcanzar a Landon, lo que generó la animadversión del estadounidense por Sánchez.
Meses después y previo a la Final de Copa Oro 2007, Landon recordó aquel episodio contra los mexicanos, aunque reconocía su admiración por Márquez.
"Acá hay mucho respeto para el equipo, pero cuando ellos hacen cosas estúpidas como las que hizo Oswaldo Sánchez con Eddie Johnson, pues es una lástima, pero ¿qué voy a hacer?, nada, espero más respeto de ellos, pero si no lo hay, no importa", opinó antes de la Final.
La rivalidad de Donovan contra México en las canchas inició prácticamente desde su debut como seleccionado de su país.
Era el año 2000 y él tenía sólo 18 años. Se enfrentaba al Tricolor, ante el público latino, enorme y hostil que se congregaba en el LA Coliseum para ver al equipo verde, el instrumento de añoranza hacia la tierra azteca.
Un escenario a pocos kilómetros de su hogar californiano. No estaba previsto que jugara, de hecho debía calentar la banca, observar y aprender.
Sin embargo el destino le ponía la ocasión ideal y en el momento preciso. Cuando cayó lesionado Chris Henderson, un veterano ya del equipo, le llegó la hora al entonces jovencito imberbe con acné en la cara.
Ingresó de cambio y ahí anotó su primer gol para Estados Unidos.
Lo hizo con una elegancia y un aplomo que anunciaban su brillante futuro. Superó a Oscar Pérez en un mano a mano, sin una pizca de pánico ni del titubeo propio de la juventud.
Landon empujó el balón al fondo de las redes tras un ligero salto en su penúltimo paso. Salió corriendo para celebrarlo y cayó en los brazos de veteranos como Jeff Agoos o Tony Meola, sus compañeros de aquella noche. En ese entonces cobijaron al chico que iniciaba su sueño.
Esa joven promesa no imaginó tampoco que dos años después se encontraría a México en una Copa del Mundo, en un partido de fase definitoria.
Ni tampoco que les marcaría el gol de la eliminación, la derrota que históricamente más ha dolido a las nuevas generaciones de mexicanos, ante el rival de mayor encono deportivo, político y social.
Donovan le marcó varios goles a México en partidos decisivos. Sus burlas hicieron meya en los rivales, pero quizá más en la afición.
Ahora 18 años después, con más de un año inactivo y dedicado a su familia, de pronto al hoy jugador de 35 años, ya con menos cabello pero todavía con buena forma física, decidió emprender una nueva aventura en el país al que antes disfrutaba humillar.
"Cuando era joven cometí muchas estupideces, hoy tengo mucho respeto por México", dijo en su presentación en León.
"Hace una semana no me planteaba volver a las canchas, pero después de ver la propuesta, hablar con el presidente y visitar el club, tomé la decisión. Voy a traer a mi familia y quiero aprender más cosas de la ciudad".
El "Capitán América" fue aceptado por el plantel. Jesús Martínez preguntó entre los líderes, principalmente a Mauro Boselli, si recibirían bien al estadounidense. Todos aceptaron, sobre todo porque confían en el tino del hijo del dueño de Grupo Pachuca, pero sobre todo porque en salario no superará aún al goleador argentino.
Al estar ocupado el "10", Donovan portará el número 20 en su camiseta, lo que de inmediato levantó dudas sobre si se trataba de otra burla más recordando su marca registrada del "2-0" frecuente a México.
"Un amigo me escribió eso, pero le dije que no, que el 20 siempre fue mi segundo número favorito cuando el 10 no estaba disponible", explicó.
Fue vitoreado por la gente, muchos de ellos que hace no menos de 4 años, maldecían sus jugadas por televisión.
Al salir del retiro, ¿sabrá Landon ahora sí en dónde está México?
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