Quedó atrás el fin de semana de comodines.
Cuatro equipos están pensando ya en la temporada del 2018, y otros cuatro se mantienen con vida y sueñan con seguir adelante y alcanzar la gloria.
Y aunque lo visto el sábado nos recuerda que en postemporada no hay enemigo pequeño, estoy convencido de que solamente uno de los cuatro que avanzaron, tiene argumentos suficientes como para
ganar un par de duelos más, y llegar al Super Bowl.
Los Titanes ganaron merecidamente en su visita a Arrowhead.
Si bien es cierto que los oficiales cometieron al menos un par de equivocaciones trascendentales, y que la buena fortuna le sonrió a la escuadra de Mike Mularkey, es evidente que Kansas City dejó vivir a un rival que parecía estar noqueado.
A pesar de haber tenido una campaña regular para el olvido, Marcus Mariota volvió a demostrar que es un ganador y que su versatilidad puede ser un arma muy peligrosa. Sin embargo, no veo cómo puedan competir ante Nueva Inglaterra en Foxboro.
Los Jaguares volvieron a enseñar que tienen una defensa agresiva, rápida y capaz de provocar intercambios de balón al por mayor. Si bien es cierto que la ofensiva de Búfalo no es ninguna maravilla, es evidente que tienen los elementos que podrían permitirles competir con escuadras como Pittsburgh y Patriotas.
Sin embargo, el nivel de Blake Bortles en las últimas tres semanas ha dejado mucho que desear. Sus entrenadores no parecen tenerle confianza y, sin ser una amenaza para las defensas contrarias, el ataque terrestre pierde efectividad.
Jacksonville ha dejado de ser un equipo mediocre, pero para dar el siguiente paso y llegar al duelo por el título, necesita mejores actuaciones de quien ocupe la posición más importante en el campo de juego.
Atlanta ganó de visita e hizo ver mal a la mejor ofensiva de la liga, aprovechando la inexperiencia de Sean McVay y Jared Goff. Y aunque serán favoritos para volver a ganar jugando fuera de casa ante Filadelfia, me parece que aun si consiguiera salir con vida del Lincoln Financial, será muy complicado ligar tres triunfos en gira para llegar al Super Bowl.
Finalmente, los Santos sufrieron hasta el último instante y dejaron en el camino a las Panteras. Y aunque su ataque terrestre fue borrado por la defensa de Carolina, Drew Brees volvió a patentar su calidad al frente de la versátil ofensiva diseñada por Sean Payton.
La defensa permitió muchas yardas, pero supo responder en zona roja y ésa fue la diferencia en el partido.
Vikingos será la prueba de fuego para Nueva Orleans, pero estoy convencido de que tienen los elementos para terminar con el sueño de la afición en Minnesota, y buscar, jugando en casa ante los Halcones, el boleto de regreso al US Bank para disputar el Super Bowl LII.
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