El Rey George
Algunos se aferran a la cancha y buscan convertirse en entrenadores; otros, si fueron previsores, apuestan por algún negocio propio, y algunos más pasan a la televisión o la radio para ser comentaristas, pero muy pocos tienen la aspiración de liderar un país como lo hizo George Weah.
La combinación de celebridad futbolera y política no es nueva: los brasileños
Romario, Bebeto y Pelé, el italiano Gianni Rivera, el búlgaro Yordan Letchkov, el georgiano Kakha Kaladze y los mexicanos Carlos Hermosillo y Cuauhtémoc Blanco, entre otros, encontraron lugar en puestos públicos, pero las aspiraciones de George Weah fueron más allá.
El ex delantero se convirtió el jueves en el primer ex futbolista de la historia en convertirse en Mandatario de una nación, al obtener más del 60 por ciento de los votos de la elección presidencial de su natal Liberia.
TIERRA LIBRE
Liberia es la República africana más antigua. Fue fundada en 1847, por esclavos liberados de Estados Unidos y el Caribe -de ahí su nombre-, pero más del 95 por ciento de la población es originaria de África.
Situada en la costa este del continente, llamó la atención del mundo en la década de los 90 por dos razones radicalmente diferentes.
La primera fue una larga guerra civil, que cobró las vidas de al menos 250 mil personas y provocó miles de exilios, y porque su Gobierno apoyó una rebelión contra el de Sierra Leona, a cambio de diamantes.
Y la segunda por el brillo mundial que adquirió uno de sus hijos, quien pasó de vivir en la pobreza en Monrovia, la capital, a convertirse en el primer y único Balón de Oro africano.
Hoy, Liberia vive todavía los estragos de una epidemia del virus ébola que azotó también a Guinea y Sierra Leona, y mató a más de 11 mil 300 personas, pero vuelve al centro de la atención del mundo por la elección de su hijo pródigo como Presidente.
ESTRELLA
George Manneh Oppong Ousman Weah (1 de octubre de 1966, Monrovia) creció en Clara Town, un barrio pobre de la capital, construido sobre un pantano y plagado de enfermedades.
Creció con su abuela, Emma Klonjlaleh Brown, pues su padres lo dejaron al cuidado de ella como dictan las costumbres de la etnia Kru.
George tuvo 12 hermanos y comenzó a practicar futbol, a escondidas de su abuela y sus padres, como una válvula de escape y porque quería tener una profesión, aunque combinaba el deporte con un empleo como telefonista.
Dejó la escuela para enrolarse en los Young Survivors de Clartown, a los 15 años; debutó en Primera División en el Mighty Barrolle y luego pasó al Invincible Eleven, donde destacó por marcar 24 goles en 23 juegos.
Con esa carta de presentación, en 1988 firmó un contrato semiprofesional con el Tonnerre Yaoundé, de Camerún, donde dio el gran salto al estrellato.
FRANCIA
Visores del Mónaco quedaron maravillados con lo que vieron de George en Camerún y, de la mano del francés Arsene Wenger, a los 21 años firmó con el Mónaco, donde jugó cuatro temporadas y adquirió fama mundial gracias a su talento con el balón y sus goles. Aunque no era habilidoso ni elegante, destacó como un delantero rápido, potente y efectivo.
De ahí emigró al París Saint-Germain, determinado a ganar la Liga de Francia, con figuras como Raí, Bernard Lama y David Ginnola, bajo las órdenes del portugués Artur Jorge.
En la temporada 1992-93, el PSG quedó en segundo lugar de la Liga y alcanzó las Semifinales de la Copa UEFA, con Weah como máximo anotador. Un año después se coronó en la Liga.
El liberiano se convirtió en un ídolo del futbol africano en la campaña 1994-95, cuando lideró la tabla de anotadores de la Liga de Campeones, con 7 goles, y llegó a las Semifinales del torneo, tras dejar en el camino al Barcelona, con una anotación suya en el Camp Nou.
Entre 1992 y 1995 marcó 55 goles para el PSG, ganó una Liga, dos Copas de Francia y una Copa de la Liga.
En mayo de 1995, fue contratado por el Milán, que buscaba un sustituto para la estrella holandesa Marco van Basten. Ese año, George se convirtió en el primer africano en ganar el Balón de Oro y el Jugador del Año de la FIFA. Un año después se quedó en la segunda posición de las votaciones del Balón, por detrás del brasileño Ronaldo.
Con todo ese brillo, se ganó el apodo de "El Rey George", aunque durante su carrera fue constante víctima de racismo en Europa y en 1996 le rompió la nariz, con un cabezazo, al portugués Jorge Costa, por insultos de esa índole.
En 1996 y 1999 fue campeón de la Serie A, antes de partir al Chelsea. Después jugó para el Manchester City, el Olympique de Marsella y se retiró de las canchas en 2003, con el Al Jazira, de los Emiratos Árabes Unidos.
SELECCIÓN
George, a pesar de probar las mieles de la fama y los éxitos deportivos en Europa, nunca se olvidó de sus orígenes y luchó por llevar a Liberia a la Copa del Mundo en tres ocasiones.
Debutó con las Estrellas Solitarias en 1987, pero el estallido de la guerra civil acarreó una sanción al equipo, que no pudo participar en el camino a Italia 90.
Liberia fracasó rumbo a Estados Unidos 94, Francia 98 y Corea-Japón 2002, pero el incansable George siempre insistió en que su Selección tuviera mayor fogueo y pagó los gastos para giras por Europa.
Con 34 años hizo su último esfuerzo para el Mundial 2002, como delantero, capitán, patrocinador y auxiliar técnico de Philippe Redon.
Jugó más de 60 partidos internacionales, todos con el objetivo de que los liberianos sintieran orgullo por su equipo.
LA POLÍTICA
Dos años después de su retiro, George se comprometió con su nuevo ideal: ser Presidente de Liberia.
Tras la finalización de la guerra civil, en 2005, la República tuvo sus primeras elecciones libres en dos décadas. El ex delantero, popular entre su pueblo por sus hazañas deportivas, creó el partido político Congreso para el Cambio Democrático.
Su contendiente, Ellen Johnson Sirleaf, lo criticó por querer alcanzar el puesto más importante de la política del país sin estudios universitarios. Ella, quien se convirtió en la Primera Presidenta de la historia de Liberia, presumía una educación formal en la Universidad de Harvard.
"Sé que mucha gente se pregunta por qué un ex futbolista perseguiría la presidencia de un país, pero nadie se lo pregunta a un abogado o un hombre de negocios cuando hacen lo mismo", expresó Weah en una entrevista para The Guardian.
Después de la candidatura del ex futbolista, el Gobierno exigió que los próximos aspirantes a la presidencia tuvieran estudios superiores, así que George se mudó a Estados Unidos para estudiar administración de empresas y criminología, en Miami.
Para las elecciones de 2011, no tomó la candidatura y apoyó la del diplomático Winston Tubman, quien finalmente perdió frente a Johnson Sirleaf, electa para un segundo mandato, durante el cual recibió el Premio Nobel de la Paz, por sus esfuerzos a favor de la seguridad, los derechos y participación de las mujeres.
Establecido en Miami, George continuó con sus aspiraciones políticas y obtuvo su primer título universitario a los 41 años.
HUMANITARIO
Uno de los éxitos de George Weah es que, a pesar de su estatus de leyenda del futbol, es cercano al ciudadano de a pie.
"Weah viene de abajo, es un hijo de la tierra. Es una estrella, pero lleva el país en el corazón", explicó Oliver Myers, desempleado y uno de los seguidores del ex delantero, en entrevista para Reuters.
Además de ayudar a la Selección de Liberia, ha luchado para llamar la atención sobre el sufrimiento de los pueblos africanos por la guerra y desde 1994 trabaja con la Unicef, como Embajador de Buena Voluntad.
En ese órgano de la ONU, ha participado en campañas para prevenir el sida, extender la alfabetización e impedir la utilización de niños con fines militares.
Desde 1994 es presidente del club de futbol Junior Professionals, de la Primera División de Liberia. Ayuda a niños de bajos recursos a formarse como profesionales y su única condición para jugar es que no dejen la escuela.
En 1998 se unió a otras estrellas africanas, como Taribo West, Ibrahim Ba y Mohamed Kallon, y el cantante Frisbie Omo Isibor para grabar el disco "Live Up Africa", cuya venta financió la educación de niños africanos.
Está casado con Clar, una mujer estadounidense, y el hijo de ambos, Timothy, juega para el Paris Saint-Germain, mientras que George Weah Junior, fruto de una relación anterior, estuvo en categorías inferiores del PSG y actualmente juega para el Tours francés.
Ambos han participado en Selecciones menores de Estados Unidos, aunque George Junior ya fue internacional por Liberia rumbo a la Copa Africana 2017.
PRESIDENTE
Tras perder las elecciones de 2005 y 2011, el Congreso por el Cambio Democrático ganó las de 2017, esta vez con Weah como candidato, tras 12 años de presidencia de Johnson Sirleaf, cuyo partido presentó como aspirante a Joseph Bokai.
Liberia, con uno de los sistemas democráticos más funcionales de África, está en un camino de progreso, tras la cancelación de 4 mil millones de dólares en deuda externa, el aumento del PIB en 248 por ciento y de exportaciones de oro, diamantes, café y cacao, pero todavía con el sufrimiento de la crisis del ébola.
"Es una profunda emoción que quiero agradecerles, a la gente de Liberia, por honrarme con su voto. Es una gran esperanza", escribió George el martes, tras conocer los resultados preliminares de las elecciones.
Se convertirá en el vigesimoquinto Presidente de Liberia el 22 de febrero, a los 51 años, casi tres décadas después de que se embarcó en una aventura europea que lo llevó a ser un dios de futbol africano.
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