El negocio
Mis queridos, filosos y encabritados lectores rojinegros, antes que nada, su servilleta no es culpable, así es que las quejas, insultos y demás van en otro escritorio. ¿Estamos?
Ya sé que La Fiel se quedó sorprendida por la negociación de José Madueña al Cruz Azul, pero una de las ideas detrás de la transacción fue: "Si no es ahora ¿cuándo?".
Los
laterales Madueña y Luis Reyes tenían mucho mercado, pero dentro de la planeación de cara a la siguiente campaña llegaron a la conclusión de que el primero iba a ser el sacrificado porque había quién lo sustituyera.
La bronca fue que Cristian González se lesionó ayer y vaya usted a saber qué pasará, porque los juveniles que juegan como laterales, Diego Barbosa y José Andrés Monroy, no están ni cerca de poder con el paquete.
La intención del Atlas es cerrar bien el año en el aspecto económico y, más allá de las salidas, no habrá presupuesto para compras, pues tienen que ajustarse a las metas financieras establecidas.
Los aztecos ya recuperaron la inversión de la compra del equipo, que fue por 500 millones de pesos. Ahora lo que venga de los Zorros es pura ganancia.
Y como esto del balompié profesional a veces sí resulta negocio, los aztecos no quieren dejar para luego alcanzar sus objetivos financieros.
Para 2018, al menos en la teoría, las cosas pintarán mejor para el Atlas.
Primero, porque lo que caiga será ganancia y poco a poco se recuperan de la gastadera que el Grupo Salinas hizo cuando estaba Heriberto Ramón Morales al mando.
Así es que en el verano ya podría haber dinero para refuerzos, pero tampoco se ilusionen.
Lo rescatable es que Madueña no extrañará demasiado a los Zorros, porque por aquellos lares cruzazulearla también es costumbre.
¡Qué cambio!
Bien dice el filósofo futbolero de El Salto, Daniel Osorno: La vida da ruedas.
Lo digo por Guillermo Vázquez, quien no tenía trabajo desde que lo echaron de los Pumas, en el Clausura 2016. Su contratación como técnico del Veracruz resulta muy curiosa por dos razones.
La primera: Memo siempre fue muy preocupón por su seguridad personal y cuando estuvo al frente del Cruz Azul, en 2012, traía a dos guardaespaldas hasta en sus ratos libres.
Ahora que llega al Puerto Jarocho -en un Estado azotado por la violencia- , parece que ya no le espanta el peligro... o a lo mejor ya no le alcanza el dinero para guarros.
La segunda: en febrero despreció al Morelia, con el argumento de que no estaba como para tomar a un club con problemas de descenso... y ahora agarra último lugar de la tabla de cocientes.
La diferencia es la urgencia.
Tele para todos
Desde el martes inició la campaña de Jaime Rodríguez, Gobernador de Nuevo León, para abrir la señal de la Final de la Liga MX para los aficionados regiomontanos.
El "Bronco" se subió al tren de la euforia futbolera y se puso a negociar con Sky para que no fuera gacho, porque los regios tienen derecho a ver la primera Final entre los Tigres y los Rayados, pero la señal está restringida para Monterrey.
En el resto del País los partidos se verán por Televisa y TV Azteca; por eso, Rodríguez trató de convencer con argumentos a los del sistema de TV satelital, pero más bien la negociación tenía que ser con dinero.
Ahí fue donde la puerca torció el rabo, porque abrir la señal para Monterrey cuesta 45 millones de pesos, por los dos juegos, dinero que, diiiiice, no tiene Nuevo León.
Aquí la preguntas no es si está caro, sino ¿por qué un Gobierno estatal se ocupa de que la ciudadanía pueda ver el futbol, haya o no haya recursos públicos suficientes?
En otros países, como España, algunos eventos deportivos de interés nacional son transmitidos por televisión abierta por ley, pero eso es ooootro boleto y una discusión que tendría que darse en la Cámara de Diputados.
Mientras los clubes se apegan a sus acuerdos con las televisoras y ni pío dicen, el Gobernador busca ponerse una estrellita.
¿No tendrá algo más importante que hacer?
Es pregunta seria.
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