Las Finales sirven para ganarlas, acumular títulos, imponer una hegemonía.
Esta en particular tiene otras utilidades: demostrar porqué el mejor futbol del semestre y de manera constante de los últimos torneos se ha jugado en la Sultana. El porqué dos de los equipos más ofensivos, agradables y productivos del torneo -aunque de Ferretti se diga a veces lo contrario injustamente- animan la
Liga y hace que se nos apetezca asistir a cualquier estadio en el que se presenten.
Esta Final puede ser un ejemplo e buen futbol apoyado por una tribuna que Tigres ha invitado a que sea incluyente. El "star system" que tienen ambos planteles, llenos de figuras, es aderezado por una polémica sobre las playeras del equipo visitante que estalló hace algunas semanas, en la larga víspera del partido de la Fecha 17.
Si en Monterrey nació la ola para la Selección en un México-Argentina (amistoso del 85), si en esa entrañable ciudad se aplaudió a aquel Atlante campeón reconocido por la tribuna que lloraba al mismo tiempo la derrota de su Monterrey, si Tigres ha dado un ejemplo de continuidad y congruencia manteniendo a Ferretti en la banca hasta que el quiera, si en esa ciudad se logran hacer rentables dos planteles que superan en inversión a cualquiera, ha llegado el momento de poner otro ejemplo.
Ese es el de la tribuna que puede compartir preferencias de una familia sin violentarlas, que es capaz de convivir en un mundo -ya ni siquiera en una grada- en el que cada día es más complicado hacerlo porque nos volvemos más cerrados.
En cuanto a lo futbolístico, se sabe que el mal de altura puede aparecer en cualquier momento.
Ese que posiblemente padeció Rayados en su Final reciente contra el Pachuca en la que falló todo lo que podía fallar para dejar ir el título de manera increíble.
O el que sufrió Tigres en varias de sus últimas Finales: las que ganó al América en el último suspiro o a Pumas. O las que perdió contra América y Chivas, con lapsos de ausencia en el campo que le costaron la derrota.
Nadie es infalible, nadie gana porque sí. ¿Perderán Rayados o Tigres la solidez que hace difícil el pronóstico?
De esta Final esperamos que deje un gran legado. El manotazo de Nuevo León en la mesa está para dejar grandes legados.
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