Mañana se juega el primer tiempo de una Final especialmente atractiva.
No sólo porque sea la primera Final jugada entre los dos equipos regiomontanos, sino porque hacía mucho tiempo que a ella no llegaban dos equipos que con tal claridad hubieran superado a los otros 16.
Incluso el que resulte sub-campeón el próximo domingo lo hará después de haber desplegado, a lo largo de 23
partidos, un futbol evidentemente superior al de muchos de los anteriores campeones en el futbol mexicano.
Los dos planteles más poderosos, cabalmente aprovechados por dos magníficos directores técnicos.
Dos voluminosas carteras puestas al servicio de quienes saben cómo invertir el dinero y traducir en buen futbol las costosas inversiones.
Otro de los ingredientes que hacen especial el duelo es lo contrastante de los argumentos y las herramientas que llevan a uno y otro equipo a poner a funcionar en la cancha ese demoledor futbol.
Los Tigres tienen un juego más elaborado, posesión del balón, iniciativa y un eficiente funcionamiento en bloque, tanto para defender como para atacar.
El Monterrey, con un futbol más profundo, más contundente y explosivo aunque sus ataques los realice con menos gente; sin necesidad de tener tanto tiempo el balón... porque es el equipo más rápido y más desequilibrante para llegar con él a la portería de en frente.
Los dos que mejor defienden, los dos que mejor atacan, los dos que mejor juegan.
Dos equipos encaminados a convertir lo que antes fue el "poder del norte" (añadiendo lo que también hicieron en su momento los Xolos y el Santos-Laguna), en una exclusiva y marcada "época regia".
A ver si es cierto, a ver cuál de los dos se pone a la cabeza de esta "nueva era" el domingo, cuál es capaz de obtener alguna ventaja mañana... y si la afición regiomontana se comporta a la altura de las históricas circunstancias.
Esperemos que así sea.
gomezjunco@mural.com
Twitter: @rgomezjunco