Principio del fin

Rafael Alarcón
en CANCHA


"Seamos claros, en el aprendizaje del golf, los niños están aprendiendo de la vida. Los ingredientes del golf son: integridad, responsabilidad y paciencia".

Earl Woods, padre de Tiger Woods
 
 
Faltan nueve días para que Tiger Woods vuelva a jugar en un campo de golf después de su ultimo intento en el Farmers Insurance Open, en febrero de este año. Su regreso no sólo

genera una expectativa importante en el medio, sino que también nos hace recordar quién fue, y especular cómo estará en el futuro, si espalda le aguanta, contra las estrellas de hoy.

Su regreso es esperado hasta por los mismos jugadores de la actualidad. Sus estadísticas están un poco olvidadas porque ahora la atención se la ha llevado Justin Thomas, Jordan Spieth, Dustin Johnson, etc., pero lo increíble es que ni sumando el récord de los mejores cinco de los últimos años, es comparable con lo que Tiger hizo hasta el 2013.

Durante 13 años (683 semanas) fue el número uno del mundo, esto es más del doble de tiempo que Greg Norman (331 semanas). Fue once veces nombrado Jugador del Año. Ganó 10 veces la lista de dinero en el PGA Tour. Nueve veces ganó el Vardon Trophy, otorgado al mejor promedio de golpes durante el año. Entre 2006 y 2007 ganó siete torneos seguidos, un récord impresionante del golf moderno. Ganó cuatro torneos "Major" de forma consecutiva, los tres últimos del 2000 y el primero del 2001. Esta marca se conoce hoy en día como Tiger Slam.

Podría seguir más allá del espacio de esta columna describiendo lo acumulado por Tiger, pero la realidad es que nada de lo hecho anteriormente podría ayudar si su espalda, que ha recibido cuatro operaciones, no responde a las exigencias del swing de golf. Tiger ha modificado ese movimiento en cuatro ocasiones, ahora en su regreso tendrá un swing similar con el que inició y mucho más cercano al tradicional o natural, donde la espalda transfiere el peso sobre la pierna derecha y la terminación lo hace sobre la pierna izquierda.

Tiger iniciará jugando en el torneo que él mismo organiza y beneficia a la fundación que lidera. En el Hero World Challenge, a jugarse en las Bahamas, participan sólo 18 jugadores, y más allá de ser un torneo competitivo, aunque vayan los mejores del mundo, es un torneo casual. Este torneo es el mejor escenario para presentarse y volver a sentir la adrenalina del juego. El regreso de Tiger será cada vez más complicado porque el tiempo fuera de las competencias ya es demasiado, y los 42 años de edad que tiene, ya le han hecho merma en los reflejos y coordinación fina para un buen juego corto.

Aunque no se sabe si las lesiones han sido ocasionadas por el swing del deporte, malas practicas de entrenamiento, o por alguna otra razón, lo que sí está claro es que su salud está pendida de un hilo muy fino, y donde cualquier recaída sería un llamado definitivo al retiro.

Hasta el próximo green.

 
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