Y eso lo sabe hasta el juez más novato. Hay cosas que son evidentes por sí mismas y no requieren de mucha ciencia para ser comprobadas.
Por ejemplo, el descuido que se han permitido algunos árbitros en su condición física. Lo tarde que llegan a algunas jugadas, las lonjitas que nos recuerdan a algunos nazarenos de los setenta.
Por eso es sano que con regularidad, pero más aún cuando
se acerca un compromiso importante, se les realicen pruebas físicas tal y como se hace todos los días con los futbolistas. Quien no está al cien, no juega. Pues quien no cumpla con los requerimientos mínimos, que no pite porque bastante es lo que está en juego en una Liguilla por el título.
El oficio no es suficiente para minimizar los riesgos de un partido. Bastante difícil es la tarea del árbitro estando completo. No se pueden dar ventajas.
Varios internacionales -lo son hasta ahora- se quedaron cortos en las pruebas físicas a una semana de la serie final por el título.
Algunos de ellos ya habían sido advertidos sobre la necesidad de corregir, de trabajar a conciencia para cumplir con las exigencias. No todos hicieron caso.
Cuando llegó Arturo Brizio a esa Comisión -la de arbitraje- en la que sus integrantes pusieron y quitaron jefes a su antojo, el nuevo presidente dijo que para ser juez primero había que parecerlo y que quien no estuviera impecable, no cabía en su grupo. Habría de conocerlos para saber cómo lograrlo y a quién le haría falta orientación.
Unos meses más tarde, se presenta la gran incógnita: ¿Cumplirá con su premisa?
Las vacas sagradas del arbitraje podrían ser excluidas de los juegos más importantes del semestre si así fuera. Y sabiendo que ya fueron capaces de parar el torneo hace algunos meses, se podría esperar que volvieran a mal encauzar su reacción.
Brizio, que desde sus épocas con el silbato era tan determinado que expulsó a Zidane y "Burrito" Ortega en partidos mundialistas sin tocarse el corazón, fue llamado ahora para enderezar un gremio desunido en la rutina pero sólido en la oposición. Un gremio sin pastor aceptado y con ganas de poder.
Si puso en su lugar a aquellos, claro que intentará hacerlo con éstos. Pero no puede hacerlo desde lo personal, sino desde lo federativo.
Depende del buen juicio de los involucrados y de la comprensión de quienes no están en forma para aceptar y corregir en lugar de fingir demencia. Esa que les costará perderse la fecha 17.
El buen juez por su casa empieza. Y ese día es hoy.
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