Dar un paso más en Polonia

Francisco Javier González
en CANCHA


Hace algunos años, un diario de Varsovia hizo una encuesta preguntando a sus lectores qué era lo peor de Polonia. La primera respuesta eran sus carreteras. La segunda más popular, su Selección nacional.

Hubo épocas largas en la que los polacos se burlaban de sí mismos gracias a su seleccionado. La caricatura del fracaso estaba vestida de pantaloncillo corto y la resignación por no asistir

a ningún evento mayor en muchos años --del 86 al 2002-- era parte de la cultura popular.

Los tiempos han cambiado y Polonia clasificó para la Euro de Francia haciendo más goles que nadie --33-- y teniendo al campeón de goleo de la Eliminatoria: Robert Lewandowski con 16. Y también está en el Mundial.

Es posiblemente el irascible delantero el único jugador fuera de serie que tiene Polonia y es una pena que por lesión no vaya a estar presente en el partido de esta tarde contra la Selección Mexicana. Pero de cualquier manera, los anfitriones son equipo mundialista, con un plantel ordenado y absolutamente disciplinado, que lucha contra el recuerdo de aquella Polonia de los 70 que maravilló al planeta y fue dos veces semifinalista en Copas del mundo.

México se enfrenta a dos buenos problemas: el adversario que deberá someterlo a una buena prueba, y a la falta de tres jugadores que causaron baja en la lista por haber salido lastimados en el empate a tres contra Bélgica.

Cierto es que el técnico del Tri no necesita excusas para cambiar alineación ni motivos forzosos. Pero enfrentarse a ello en otro partido de visita en Europa es parte de la preparación. Los imponderables necesitan respuesta oportuna y puntual tanto en un amistoso como en un Mundial que está en preparación y cada día con la lista de asistentes más completa.

Ver los sufrimientos de Suiza para clasificarse, el pendiente que tienen los italianos, obligados a revertir la derrota mínima en suelo sueco o la angustia hondureña que viaja al otro lado del mundo con un empate a cero que no es garantía de nada, nos hace recordar otros tiempos, recientes y lejanos, en los que el aficionado mexicano se quedaba sin uñas porque el boleto se conseguía hasta el final.

Es diferente ahora. México está hace rato clasificado y emplea el tiempo en buenos partidos de preparación.

Existe un denominador común entre los que se verán las caras en la histórica ciudad de Gdansk: mejorar lo que han sido, aspirar a meterse entre los equipos que dan un paso más en la dura escalera de los Mundiales y hacerse de una presencia menos anecdótica en las citas importantes.

Polonia sigue teniendo malas carreteras pero posee un mejor equipo de futbol. Valiosa piedra de toque para México, su visitante distinguido este mediodía que esperamos revelador y victorioso.

 
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