Del banco a la banca
En Italia, muchos aficionados piden que rueden cabezas después de la desastrosa eliminatoria de la Selección de Italia, cuya clasificación al Mundial pende de un hilo, a pesar de tener una de sus generaciones más talentosas, dirigida por Giampiero Ventura.
Maurizio Sarri, el actual entrenador del Nápoles, es uno de los hombres preferidos por la gente por a
su forma de entender el futbol y su trabajo con el líder de la Serie A.
Si en algún momento se diera la llegada de Sarri a los controles de la Selección, también se concretaría uno de los ascensos más espectaculares en la historia del futbol, con un entrenador que en 2002 decidió abandonar una exitosa carrera en el mundo de las finanzas para dedicarse de tiempo completo al balón.
EL CAMINO
Hace 15 años, Sarri (Nápoles, 10 de enero de 1959) trabajaba en el sector bancario internacional y aprovechaba sus tiempos libres para entrenar en la Liga de aficionados de la Toscana.
Sarri entrenó al Sansovino durante dos temporadas en la Serie Eccellenza, mejor conocida como la Sexta División de Italia. Afirmó que dejaría los entrenamientos para siempre si no ganaba el título que lo llevara la Quinta División. Lo consiguió.
Se ganó el apodo "Mister 33", después de supuestamente preparar 33 diferentes rutinas de balón parado, indicativo de la profundidad que Sarri le ponía a los detalles.
Su fama aumentó y fue contratado por el Sangiovannese, de Tercera División, con el que ganó la promoción a la Serie B en su primera temporada. En 2005, el Pescara lo contrató una temporada antes de firmar con el Arezzo, equipo que lo eligió para reemplazar al despedido Antonio Conte.
De su paso por el Arezzo se le recuerda por tomar un equipo que sufría cada partido, pero que logró un histórico 2-2 con la Juventus, de Gianluigi Buffon y Alessandro Del Piero, además de quedar muy cerca de eliminar al Milán de la Copa de Italia, en 2007.
Luego de deambular por equipos de Segunda y Tercera, en 2012 encontró el trabajo que le cambiaría su vida para siempre, en el Empoli.
Con el equipo de la Toscana, Sarri consiguió el tan añorado ascenso que lo había eludido durante tantos años. En la temporada 2013-2014 subió a la Serie A, con los elogios de expertos y aficionados por su forma de jugar con un sistema 4-3-2-1.
CONSOLIDACIÓN
Sarri había recorrido el camino largo y esperado para su oportunidad. El Empoli no solo evitó cómodamente el descenso, sino que lo hizo con un refrescante estilo ofensivo.
Nombres como Piotr Zielinski, Elseid Hysaj, Daniele Rugani, Mirko Valdifiori y Matías Vecino captaron la atención de los clubes más grandes de Italia. El Nápoles se interesó en los servicios del estratega.
El dueño, Aurelio De Laurentiis, estaba impresionado y le ofreció a Sarri la oportunidad de reemplazar a Rafael Benítez.
Sarri era seguidor del Nápoles desde pequeño, por lo que se llegada al cuadro napolitano no sólo fue su más grande éxito profesional, sino personal.
Poco antes de irse del Empoli, se le preguntó si estaba enojado por su posición como el entrenador peor pagado de la Serie A.
"¿Enojado? Ni de broma. Me pagan por algo que hubiera hecho gratis después del trabajo. Soy suertudo", respondió.
Se ganó fuertes críticas en sus primeros partidos al mando del Nápoles. Diego Maradona, símbolo histórico del equipo, creía que Benítez debía haber permanecido como técnico.
Sarri decidió omitir las declaraciones del argentino y cambiar su sistema a un 4-3-3, con el que obtuvo las mejores versiones del canterano Lorenzo Insigne, el capitán eslovaco Marek Hamsik y una temporada histórica para Gonzalo Higuaín, quien terminó la campaña con 36 anotaciones.
Sólo la Roma anotó más goles que los 80 del equipo de Sarri, mientras que la Juventus mejoró su registro defensivo de 32 goles encajados. Lo más notable es que Sarri había llevado al Nápoles a conseguir 19 puntos más que la última temporada con Benítez.
LA MAQUINITA
El Nápoles se quedó a 9 puntos de la Juventus y vendió el pase de Higuaín al cuadro de Turín, pero la confianza en Sarri era absoluta.
La "Maquinita de Sarri" continuó su operación en la temporada 2016-2017, con la ausencia del delantero argentino, pero la aparición del belga Dries Mertens, quien terminó la campaña con 33 goles.
Con el tridente ofensivo de Insigne-Mertens-Callejón, escudado por el trabajo del incansable Hamsik; la recuperación de Amadou Diawara y el talento de Piotr Zielinski, el Nápoles continúa sorprendiendo al mundo.
El Nápoles es el actual puntero de la Serie A, junto a la Juventus, líder del Grupo B en la UEFA Champions League y poseedor de un estilo de juego que cada vez suma más adeptos.
Sarri abandonó una cómoda vida como banquero para arriesgarlo todo por el futbol.
A pesar de fracasó en reiteradas ocasiones, su pasión por el deporte lo mantuvo de pie y hoy lo tiene como uno de los candidatos preferidos por su gente para dirigir el Mundial de Rusia 2018.
¿Lo conseguirá?
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