Sobraron dos golpes

Rafael Alarcón
en CANCHA


"La vitalidad se muestra no sólo en la habilidad de persistir, sino en la habilidad de empezar de nuevo".

F. Scott Fitzgerald
 
 
En la ceremonia de inducción al Salón de la Fama, donde Lorena Ochoa fue una de las cinco personalidades que recibieron el reconocimiento, dejó en claro el significado para ella.

Fueron 29 minutos al micrófono, unos 15 más de lo

programado por la televisión para cada uno de los dignificados. Lorena rompió con el protocolo de seguir un guión al preferir ser ella misma para compartir una vez más con su estilo afable y ligero para este tipo de eventos lo que sentía de tan grande distinción.

Agradeció a todos los que pudo recordar; desde quien le regaló sus primeros bastones hasta las personas que tuvieron influencia importante en su carrera y su vida personal. Las anécdotas que contó de sus años en el golf tuvieron muy entretenida a la honorable audiencia compuesta de autoridades del golf mundial, una buena cantidad de Hall of Famers y unas 80 personas cercanas a su vida.

Lorena sabe de su impacto en el mundo del golf, sobre todo en México, donde ayudó a crear un deporte y entretenimiento mucho más popular; también sabe que dejó huella en la generación de competidores que hoy vemos en diferentes giras y que se la están rifando tratando de lograr sus propias cosas grandes. Es por eso que vimos a una Lorena emotiva y tal vez más nerviosa que en cualquier competencia.

Y hablando de quienes impactó Lorena en su carrera está Carlos Ortiz, quien ayer terminó su intento por regresar al PGA Tour y se quedó corto por prácticamente 2 golpes.

Carlos ha jugado dos años en la Gira Web.com tratando de recuperar el estatus y regresar a la gira mayor. Este 2017 jugó inconsistente en la temporada regular pero en los Play-offs tuvo todo para regresar. En los cuatro torneos dio muestras de su buen juego, pero también fue victima de algunas malas rondas en los momentos claves.

Para terminar entre los mejores 25 se requirió de un poco mas de 40 mil dólares, Carlos hizo 28 mil. Parecería una gran diferencia, pero esa pudo haber sido cubierta con 2 golpes menos en el torneo final. Carlos hizo escores de 68, 63, 72, y cerró con 67 para un total de 14 abajo del par y lugar 16 en el torneo. Con 2 golpes menos hubiera terminado en el lugar octavo y con dinero suficiente para alcanzar la ultima de las 25 tarjetas en oferta.

Aunque el hubiera no existe sí sirve para ver qué tan cerca estuvo de lograr su regreso y saber que tendrá que esperar todo un año para logar su regreso al PGA Tour, jugar con esa presión es mucho más difícil que jugar con la presión para ganar. Dos golpes menos en 72 hoyos no son nada y son un año de espera.

Hasta el próximo green.

 
 
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