Indigna turbiedad

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Ha sido lamentablemente desperdiciada la oportunidad de aprovechar el futbol para poner un buen ejemplo.

Después de la encomiable solidaridad mostrada por la "familia futbolera" ante la tragedia que inició el martes 19 y cuyos dolorosos estragos prevalecen, los de pantalón largo fueron colocados ante otra coyuntura que ponía a prueba su nivel de honestidad, de transparencia, de apertura...

y reprobaron.

Los inefables federativos decidieron "vender" a mitad de precio, por ocho años, los derechos de transmisión de la Selección Mexicana, de ese incomparable producto de consumo, de esa robusta "gallina de los balones de oro".

En primer lugar, luce como una triste casualidad, o imperdonable inmoralidad si no fue casual, que un asunto como ése se dirimiera o se resolviera en estos momentos, cuando la atención está puesta en otros mucho más importantes y dolorosos.

¿Fue inevitable coincidencia, o quienes ya sabían lo que traían entre manos se hicieron los "sordeados", para tratar de que pasara más o menos inadvertido el contaminado proceso de renovación, que no de licitación?

Esos derechos de transmisión fueron vendidos, o en realidad nuevamente concedidos, a quienes pagarán la mitad de lo que podría haberse cobrado (Televisa y TVAzteca), para así sentar como precedente una inusitada forma de negociar: acéptame pagar menos porque no te conviene pelearte conmigo, y habrá pleito si no lo aceptas.

Una Federación y una Liga MX vergonzosamente arrodilladas en una época urgida de gente que se ponga de pie y camine erguida.

Pobres dirigentes, incapaces de entender la necesidad de transparentar para progresar, porque sólo a partir de la transparencia, de la apertura, de la honestidad y de la verdadera competencia, se puede avanzar.

¡Qué indigna turbiedad y que turbia indignidad!

 
gomezjunco@mural.com
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