"Gracias por dejarnos una vida deportiva ejemplar".
Rafael Alarcón, coach de Lorena Ochoa
Hoy, Lorena Ochoa recibe en Nueva York el máximo posible reconocimiento que podría alcanzar una golfista en su carrera. Fue el 29 de abril del 2010 cuando la vimos embocar ese último putt en el hoyo 18 del campo de Tres Marías, en Morelia, con el que se despidió de la
competencia para enfocarse en su familia. Lorena sigue llevando una vida muy activa, principalmente dedicada a sus tres hijos y el trabajo para su Fundación. La Celebración nos obliga a recordar algo de lo que fue esa carrera que inició cuando tenía apenas 5 años y terminó a los 30.
Desde su primer encuentro con los bastones descubrió la pasión por el juego y su dificultad natural porque, a pesar de que Lorena era aventurera, atrevida y deportista, el golf la puso en su lugar. Su acercamiento a las competencias fue tempranero y exitoso, y ganó prácticamente todo: desde los torneos regionales hasta mundiales.
Tuve la fortuna de ver crecer a Lorena y entrenábamos como amigos. Siempre me llamó la atención su interés por superar retos: si le decía que jugara desde las salidas de caballeros, lo hacía; si jugábamos un match en el putting green, hacía su mejor esfuerzo por ganarme; si perdía, podía llegar a las lágrimas. Bien recuerdo que la primera vez que me ganó, fue en su despedida cuando ya se iba a la Universidad de Arizona. Ella tiró 69 y yo 71. Ese día, las lágrimas fueron de alegría de ambos.
Su carrera colegial sólo duro dos años y fue principalmente porque su crecimiento y madurez la empujaron al profesionalismo. En esos dos años ganó 12 de 24 torneos jugados, y en su segundo año, fueron 10 de 12, un récord que actualmente permanece. Al terminar, en mayo del 2002, se declaró profesional y anunció sus metas: "ser la mejor del mundo y jugar como profesional máximo 10 años".
Se inició en el golf de paga en la gira Future; ganó cuatro torneos y la lista de dinero por 327 dólares de diferencia sobre Christina Kim para asegurar su debut en la LPGA en la temporada 2003.
En la gira grande logró acoplarse pronto y en su tercer torneo logró hacer el primer "top 10" de los 109 que logró en su carrera, jugó 173 torneos en la LPGA. En el "top 3" terminó el 36 por ciento de las veces que jugó. En toda su carrera falló sólo cuatro cortes y mantuvo una racha de 102 torneos sin estar ausente el fin de semana, desde octubre 2005 hasta su último torneo.
Lorena cumplió su meta de retirarse antes de los 10 años como profesional y lo hizo tras ganar 27 torneos, incluyendo dos "Majors", su porcentaje de triunfo del 15 por ciento se ubica, sólo después de Annika Sorenstam, que ostenta la cifra más alta en la LPGA. Mientras estuvo activa en su carrera recibió prácticamente todos los honores y reconocimientos: dentro de la LPGA, ya sólo le faltaba que el tiempo cumpliera y lo inevitable sucediera: llegar al Salón de la Fama del Golf Mundial.
Hoy la historia de este deporte le da la bienvenida ante un foro que incluye la presencia de las autoridades del golf mundial, compañeras rivales, patrocinadores, caddies y, sobre todo, ese grupo de amigos fieles de toda la vida y su inseparable familia que fue y es el soporte para su vida.
Estaré también con ella para disfrutar por esos 22 años de convivencia y trabajo duro que hicimos juntos, recordando aquellos momentos de celebración y de dificultades. Sé que a Lorena no la formé yo, tan sólo fui una parte, fuimos muchas personas que ayudamos a que lograra sus sueños, también sé que cuando esté en el Salón de la Fama, una parte de mi profesión acompañará a Lorena por siempre.
Hasta el próximo green.
rafaelalarcongolf@gmail.com
Twitter: @ralarcon2009
