Monterrey y América son en ese orden los equipos que marcan la pauta en las alturas de la tabla de posiciones.
Y aunque otras veces no coincide, también lo hacen en sus ofrendas futboleras. Son los mejores, sus partidos son los mas agradables de un torneo que no termina de calentar, y desde ahora se abre el apetito del enfrentamiento que tendrán en la Sultana en la jornada
quince.
Rayados marcha invicto. Uno distinto al de Cruz Azul que también mantiene esa condición, pero con una aversión al gol y a la victoria que parece de embrujo. Seis empates en siete jornadas son demasiados: Pese a que solo dos veces se ha ido en blanco, sus aproximaciones no tienen congruencia con su número de tantos logrados.
Al Monterrey, como el sábado, se le puede complicar algún rival bien organizado como el Necaxa de la primera mitad, máxime con otro penal fallado. Pero termina imponiéndose con justicia.
América derrotó con cierta facilidad a un Veracruz cuyo papel fue poco protagónico en el Estadio Azteca. Le costó mucho trabajo marcar al escurridizo adversario, con vocación ofensiva e individualidades importantes.
Las águilas, desde la alineación toman riesgos para apostar al frente y pese a que los tiburones adelantaron líneas en el complemento, no recibieron suficientes cargas que les hicieran daño.
Con la inexplicable causa de la suspensión del Atlas-Tigres, Xolos y Toluca ocupan el segundo y tercer lugar de la tabla.
Eso no quiere decir que se apunten entre los primeros para dar espectáculo.
Los Diablos aprendieron ya a cerrar los partidos a veces antes de abrirlos. Cuatro son los empates sin goles que llevan en la campaña y apelan a que mas vale pájaro en mano que ciento volando.
¿Quién más se anima? ¿Chivas con su estupenda actuación en Pachuca? ¿Tigres con su plantel estelar? ¿León que quiere resucitar?
A los demás difícilmente se les puede pedir algo más que su rutinaria lucha por los puntos de cada día. Su desesperación, calidad reunida, circunstancia y estilo no les dan para mucho más que eso, por meritorias que sean algunas de sus actuaciones.
Pumas sufre mucho, Lobos está para permanecer, Morelia es equilibrado pero no tiene fuegos artificiales, Pachuca tiene más malas que buenas y otros como Querétaro no tienen el peso para ser protagonistas.
El aficionado le es fiel generalmente a su camiseta pero quiere divertirse. El torneo necesita que cinco o seis de sus equipos -la tercera parte cuando menos- lleven el peso que está quedando repartido solo en dos clubes. Poco, para ser sinceros.
Viene el Clásico nacional en dos jornadas. Tal vez alcance a calentar algo por sí mismo que el torneo no ha logrado aún.
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