Mucho mejor cara mostró la Selección Mexicana en su más reciente actuación.
El pasado martes, ante la escuadra tica, los tricolores crecieron en su futbol y dejaron plena constancia de lo que pueden seguir creciendo.
Ya con el alivio de haber asegurado el boleto mundialista, con una formación congruente y cada jugador acomodado en su posición idónea, se produjo la indispensable
conexión entre buenos futbolistas y el desempeño individual y colectivo alcanzó niveles de eficiencia y soltura que tenían buen rato de no manifestarse.
A partir de esos cimientos es evidente que puede construirse un equipo mucho más competitivo, que aspire a cosas importantes en Rusia 2018, y no se conforme con la clasificación obtenida, ni la festeje tanto, siendo materia obligada en cada ciclo mundialista.
Y ahora, tras la pausa tricolor que culminó con esa alentadora actuación, se reanuda el torneo interno de esta Liga MX, que sustenta todo lo demás.
Un torneo que así entrará en una "segunda etapa" dentro de la Fase Regular, con algunos equipos dispuestos a mantener el buen paso... y algunos otros urgidos de mejorar.
Si de planteles se trata, el más alto grado de exigencia deberían tenerlo los Tigres, el Monterrey, el América, el Pachuca, las Chivas y el Cruz Azul; tal vez en ese orden.
Pero como una cosa son los planteles y otra los equipos, hasta el momento solamente el Monterrey, y más o menos el América y el Necaxa, son los que han sabido reflejar en la cancha el potencial del material con el que cuentan.
En términos generales, el nivel exhibido en las siete primeras jornadas ha sido superior al de anteriores torneos, y sólo resta esperar que siga fortaleciéndose este primordial sustento de todo lo demás: la Liga MX.
Un sustento que, a pesar de los pesares, parece ir al alza.
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