Concluyó la tercera semana de la pretemporada en la NFL, y la mayor parte de los jugadores estelares no volverán a ver acción sino hasta que se ponga en marcha el calendario regular dentro de 9 días.
Sin embargo, para algunos, la espera será mucho más larga luego de haber sufrido serias lesiones que los mantendrán fuera de acción durante toda la campaña 2017.
Julian Edelman,
receptor estrella de Nueva Inglaterra; Spencer Ware, corredor titular de Kansas City, y Cameron Meredith, el mejor receptor de Chicago, serán tres ausencias notables para cada uno de sus equipos en la temporada que está por iniciar.
Como era de esperarse, muchos seguidores de Patriotas, Jefes y Osos de inmediato se quejaron de que sus escuadras hubieran perdido a piezas tan valiosas en partidos en los que no se juega absolutamente nada. La reacción es comprensible, ya que a estas alturas es imposible encontrar en el mercado una alternativa para suplir a jugadores tan talentosos.
Confieso que soy un feroz crítico de la pretemporada y estoy convencido de que urge que se modifique el esquema actual. Sin embargo, no coincido con quienes argumentan que las lesiones de jugadores estelares son el motivo fundamental para realizar estos cambios. Es más, quienes piden que se reduzca el calendario de preparación, deberían tomar en cuenta que dicha medida muy probablemente traería consigo una campaña regular con más partidos, lo que incrementaría el desgaste físico de los jugadores y, seguramente, el número de lesiones graves.
El deporte de alto rendimiento pone a los atletas al límite y las lesiones pueden presentarse en partidos oficiales o de exhibición, en entrenamientos con o sin contacto, o hasta en actividades lúdicas o cotidianas que pudieran no parecer riesgosas.
Es cierto que hay medidas de prevención que pueden disminuir las posibilidades de sufrir lesiones graves. El trabajo de fuerza y flexibilidad, las terapias de recuperación, la buena alimentación y las horas de sueño, son algunos elementos que, de la mano de la tecnología, son tomados cada vez más en serio por cada uno de los equipos de la NFL para buscar tener sanos a sus mejores elementos la mayor parte del tiempo.
Pero hay que entender que no hay forma de erradicar las lesiones por completo y es por ello que cada uno de los integrantes del roster de 53 jugadores y de la escuadra de prácticas tiene que ser elegidos cuidadosamente.
La pretemporada no es ni espectacular ni tampoco interesante, pero resulta necesaria no solo para entrar en ritmo sino que, paradójicamente, es un período fundamental para diseñar un plantel completo, capaz de suplir cualquier ausencia. Y recortarla o desaparecerla, sería una decisión contraproducente.
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