La Dominguera

San Cadilla
en CANCHA


A su manera
 
"No es que sea antipático, es que no me interesa caerte bien"
 
Desde su aparición en el futbol profesional, Carlos Vela fue considerado siempre como un tipo diferente, cuyo perfil de personalidad no encajaba con el común denominador de los futbolistas.

Esa forma de ser fuera del terreno de juego se hizo más popular una vez que jugó en Europa y se

convirtió en un crack con potencial para lograr grandes alturas.

Un crack atrapado en el cuerpo de un tipo raro para quienes juzgan sus decisiones.

El delantero antes de pensar en jugar algún día en algún club grande, se conformaba con la felicidad del confort del día a día en equipos medianos.

Para quien no le conocía, al ver la calidad con la que maneja el balón en una cancha, podría hacerle creer que es como un astro brasileño que ama, desayuna, come y cena futbol.

Sin embargo nunca fue así. Carlos en realidad desde su infancia, canalizaba sus grandes aficiones en el surfing, deporte que practicó desde niño en su natal Cancún, más su gran pasión fue el basquetbol.

Aún así desde pequeño mostró el talento que le hizo subir y brincar procesos en la cantera del Guadalajara.

Su futbol le llevó a ser considerado por encima del entonces juvenil Javier Hernández, para ir a la Copa del Mundo Sub 17 en Perú 2005.

Vela tenía sólo 16 años y ya había despertado la atención de los formadores de la cantera rojiblanca.

Casi a la par, pero con casi tres años de diferencia, Alejandro, su hermano mayor, debutaba con el equipo de Chivas en la Primera División.

Alejandro en su presentación le hizo un gol al Atlante, lo que atrajo en ese entonces a los medios.

Benjamín Galindo confió en Alejandro, pero sabía del potencial de Carlos.

Hans Westerhof, el padre de la filosofía Chiva que buscó instalar Jorge Vergara, distinguió muy bien las diferencias entre los hermanos Vela.

"Sí, Alejandro es un chico con talento y que trabaja mucho y puede jugar más en Primera División, porque es muy inteligente, pero... espera al más chico, a Carlos, ese sí es un gran jugador", sugirió el holandés en el 2004.

"Tiene todo para poder llegar a jugar en alto nivel, jugar en Europa".

Y ese pronóstico de Westerhof se cumpliría.

Vela fue a la justa mundialista en 2005 como Sub 17, se proclamó como el goleador del torneo y condujo a México a ganar su primer título de Copa del Mundo.

El chico futbolísticamente llamó la atención del mundo y el Arsenal de Inglaterra fue el más atrevido, al decidir llevárselo, incluida su familia, al ser un menor de edad.

Vela aún no decidía si se marchaba o no, pero la directiva del club estaba enterada y molesta, por ver que su prospecto se podría marchar incluso gratis.

A su regreso del Mundial hubo un episodio que denotaría su primer enojo y resentimiento contra su equipo formador.

El juvenil Vela volvió a México junto a otros tres jugadores del equipo y en las Chivas, Vergara optó por hacerles un recibimiento y regalarles un auto nuevo. A todos menos al joven Carlos.

"No sé (por qué no le dieron el coche), eso es cosa de ellos (de la directiva). Pero bueno, ahora sólo me resta agarrar el camión para regresar a mi casa", dijo en tono serio.

Momentos después, Vergara revelaría el motivo por el que marginó al delantero.

"Sí, falta Carlos, pero si Carlos se va, entonces ya no, pero si se queda, tiene su coche. No es un premio por ser campeones del mundo, es por todo el proceso", aclaró.

A partir de ahí Vela decidió que no volvería al Guadalajara nunca más.

Esa afrenta no la olvidó. Tan no la borró de su mente que en 2010 cuando volvió a Guadalajara, en su calidad de seleccionado mayor, dijo no sentir emoción alguna por jugar ante la afición tapatía, ya que no se sentía con pasado en Chivas ni identificado con la Ciudad.

En Inglaterra Vela no brilló con el Arsenal, equipo que en sus primeros años decidió prestarlo a otras escuadras de menor categoría para darle formación.

Militó así en el Salamanca, en el Celta de Vigo y el Osasuna de España. Luego en el West Bromwich inglés.

Su explosión definitiva se dio hasta que cayó a San Sebastián, en donde encontró no sólo una ciudad y entorno a su gusto, sino su mayor estabilidad y su más alto nivel como jugador de futbol.

Fue al Mundial de Sudáfrica 2010 y sólo vio acción en un partido debido a una lesión.

Ser parte de la indisciplina en una concentración del Tri en Monterrey le trajo una sanción pública que generó otra herida en la sensibilidad de Vela.

Desde entonces el jugador condicionaba sus convocatorias o de plano se negaba.

Al mismo tiempo su nivel como futbolista crecía y en España se hacía de un prestigio de estrella de su equipo.

Cuando tenía 25 años, Vela fue considerado uno de los mejores futbolistas del planeta.

En 2014 estuvo en el 11 ideal de la Liga de las Estrellas, a un lado de figuras como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.

Aún así su orgullo y enojo contra la Federación, le hizo sacrificar su mejor momento al negarse a jugar el Mundial de Brasil.

Ser el goleador, asistente y estrella de la Real Sociedad lo llevó a estar en agenda de grandes equipos de Europa.

Su nombre llegó a sonar para el Real Madrid, luego estuvo cerca de fichar para el Atlético y después, en abril de 2015, fue un serio candidato para reemplazar a Pedro en el Barcelona, cuando el delantero español fue transferido al Chelsea.

"Si él quisiera, podría ser futbolista y estrella del equipo que se le antojara. Claro, si él quisiera", escribió el buscador de talentos del Arsenal, Tim Lawrence, quien tuvo contacto con el mexicano en sus primeros años en Inglaterra.

Cuando en Catalunya llegaron a pensar en él, veían por su edad un rendimiento de al menos cuatro temporadas en el más alto nivel.

Para entonces su traspaso no era costoso, ya que la Real Sociedad le tenía una cláusula de sólo 30 millones de euros.

¿Qué fue lo que al Madrid le hizo no decidirse por llevarlo?

"Tuvieron temor de que no tuviera la fortaleza para soportar la presión de estar en un grande", mencionó Santiago Vevas, analista de Mundo Deportivo.

¿Por qué el Barcelona lo descartó como refuerzo?

"El que Vela haya declarado que le gusta más el Real Madrid que el Barcelona, fue una causa de peso. Eso en España, no se perdona", respondió.

El 12 de noviembre con Miguel Herrera aún como entrenador, México enfrentó en un amistoso a Holanda y ahí Carlos tuvo una reconciliación con el Tri.

Su regreso como seleccionado se dio en una noche brillante en Amsterdam, con una actuación de héroe, casi de guión de película.

Un doblete de goles más una asistencia para Javier Hernández, enmarcó la que sin duda es una de las mejores actuaciones del "Koala" como seleccionado. Al final el Tri derrotó 3-2 a los holandeses.

Vela, a menos de un año del Mundial, ha decidido dejar España, renunciar a la alta competencia europea, para aceptar la oferta millonaria de la MLS.

El dejar su vida cómoda en Guipúzcoa para cambiar ahora por un nuevo nivel de vida en California.

En un nuevo equipo en donde él es apenas el primer jugador del proyecto, bajo el riesgo de bajar de nivel y ritmo de cara al Mundial de Rusia.

Es su gusto, es su decisión, porque él no juega al futbol para satisfacer a los aficionados de México o de un club, sino para vivir feliz a su manera.

 
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