Ilusionadas
 
Hoy inicia el nuevo proyecto de la Femexfut llamado Liga MX Femenil.

Si me preguntan, lo veo más complicado que una álbum de la banda de Daniel Osorno ganando un disco de platino.

Esta Liga, que aún no arranca, ya ha sufrido sus primeros golpes bajos y, para calmar las aguas, los directivos han tenido que entrar al quite a dar explicaciones a las muchachas

para evitar que se desanimen y, entonces sí, el proyecto se venga abajo.

Ahí tienen que el tío José Luis Higuera tuvo que mover su ajetreada agenda -ya no pudo ir a comer a Andares- para platicar con las chavas del equipo femenil de las Chivas y decirles que eso de que no pueden embarazarse, que habrá topes salarias y que censurarán las preferencias sexuales son puras mentiras, porque en el Rebaño no discriminan y quieren darle la misma importancia al cuadro femenil que al varonil.

Suena bien, pero las niñas tendrán que lanzarse hasta el otro lado de la Ciudad cada 15 días para jugar en San Rafael y compaginar sus entrenamientos con el estudio.

Además, así como pasó con otros equipos femeniles, en el Guadalajara las niñas tenían la ilusión de jugar antes del primer equipo alguna vez, pero ahí sí las pararon en seco y les dijeron que, por temas comerciales, eso no era posible.

Eso sí, las chavas andan muy ilusionadas porque están apareciendo en los medios y hasta dan entrevistas.

Por cierto, algunas de estas niñas se desenvuelven mejor ante los micrófonos que muchos pateabalones de los equipos de Primera División.

Sería bueno que les dieran algún consejo.

 
 
Las quincenas
 
Como buen Godínez en día 15 andan los jugadores del Veracruz, preguntando si ya depositaron la quincena... y lo que es peor, si ya depositaron ¡los dos meses que les deben!

Les había contando que los jugadores de los Tiburones Rojos andaban muy nerviosos porque iba a arrancar el torneo y la directiva les debía un mes y medio de sueldo, más bonos por evitar el descenso, pero lo único que veían era cómo el dueño, Fidel Kuri, gastaba lana en sus vacaciones por África en cuanto safari se le atravesaba.

Pues sus miedos fueron confirmados, porque mañana juegan contra el Monterrey y todo indica que lo harán sin cobrar dos meses de sueldo.

A los pateabalones les dijeron que que la lana iba a caerles, claro, nomás que llegara el jefe de su viaje, que el 12 de julio se ponían al corriente.

Pues ya va a llegar la quincena y las promesas de pago siguen en eso.

Ya ni la hacen, luego no completan para la tanda.

 
 
Dos cabezas
 
Algunos directivos de clubes de Primera División se preguntan por qué desde la salida de Santiago Baños de la dirección deportiva de Selecciones, nadie ha tomado su puesto.

Nombres como los de Luis Miguel Salvador, Dennis te Kloese y Gerardo Torrado suenan, pero a ninguno le ofrecen el puesto de manera formal, quizá porque en la FMF no les corre prisa o piensan que le decisión es demasiado importante para tomarla a las carreras.

Con el proceso de Juan Cambios Osorio en su peor bache desde que llegó al timón, por los resultados en la Copa Oro y la Confederaciones, pero también por los desatinos en la planeación de los planteles para ambos torneos, parece una tarea urgente nombrar a un directivo encargado.

Peeeeero en los pasillos de la Femexfut ronda la idea de que sería mejor contar con dos directivos para la Selección y no nada más uno.

Resulta que antes de partir a la reunión con su compa Miguel "Piojo" Herrera en el Amériqueeee, Baños habló con los jefes femexfutos para hacerles saber que él había imaginado que su trabajo con el Tricolor sería diferente.

Cuando aceptó el puesto, pensó que trabajaría de cerca en los aspectos de la cancha, con Osorio, Pompi y los demás, pero en lugar de eso se la pasó haciendo labor de escritorio y llamadas telefónicas a los clubes para negociar convocatorias.

Así que una de las razones de la tardanza tendría que ver con que buscan dos perfiles: uno para el trabajo deportivo -así se llama el puesto, pues- y otro para chamba administrativa.

Mientras toman la decisión, a ver quién más se suma a la lista de candidatos.

De tin, marín...

 
 
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