Osorio y los otros

Francisco Javier González
en CANCHA


Sale del plan. No estaba en el guion.

Y ahora la metralla, las dudas y la presión se dirigen a Juan Carlos Osorio y los directivos de la Federación.

El técnico colombiano puede ser el blanco perfecto y apetecido para torpedear su gestión por quienes no están de acuerdo con sus procedimientos y los que desean tirar piedras un piso mas arriba.

El fracaso siempre está de acuerdo

a las expectativas de cada quien y seguro que hay mucho de ello en la Copa Oro porque aun con un equipo B y con las lesión inoportuna de Alan Pulido, México está siempre obligado por su historia a ganar este torneo o por lo menos a entregar la vida en el intento.

Y este equipo no tuvo la calidad ni la entereza para convencer para merecer más de lo que logró, pese a la debilidad de la mayoría de sus rivales, que se dedicaron a estorbar y a especular.

Con Osorio como responsable de la gestión, caben muchas más preguntas que se fueron reiterando durante los partidos que jugó México.

¿Por qué tantos errores en la salida que causaron estragos, tanto en la A de la Confederaciones como en la B de la Oro?

¿Por qué nadie se atreve a disparar de media distancia y en lugar de tomar la responsabilidad prefiere tocar en corto al hombre mas cercano, que termina haciendo lo mismo?

¿Por qué no tenía el futbol mexicano otro centro delantero además del "Cubo" Torres -de baja calidad y momento- tras la lesión de Pulido?

¿Lograremos ser claros y ver que gente como Jesús Corona, Elías Hernández, Edson Álvarez y algunos más merecen la indulgencia?

Osorio debe corregir y seguir. Aunque tanto la historia como nuestra tendencia a culpar a una sola persona nos acompañe de la misma manera que los números. México ha participado con equipo alternativo en seis ocasiones y sólo ha ganado una vez.

El verano termina de manera amarga por la paliza sufrida ante Alemania en la Confederaciones y porque en la Oro tuvimos un equipo anodino y chato.

La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana. El "fuera Osorio" coreado en la tribuna, en las redes sociales y en la conciencia de varios, repite una historia de sobra conocida: se buscará la solución cortando una cabeza que ahora debe encarar el futuro con una mayor humildad que la mostrada hasta ahora con teorías de rotación que no cambia, planeación que tuvo sus huecos importantes y un análisis que sabrá reconocer las limitaciones de un futbol mexicano que no puede con dos torneos en un mismo verano.

No solo una persona mereció padecer insomnio la noche de este domingo.

 
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