Concacaf también aprende

Francisco Javier González
en CANCHA


La Copa Oro deja ver algunas cosas tras su primera jornada: varios equipos han avanzado y ya no son las víctimas seguras que hace tiempo sólo dejaban la duda de cuántos goles recibirían.

Solemos desdeñar a los equipos de Concacaf porque ciertamente están lejos de las potencias mundiales, pero eso no quita que veamos mejoría.

La fase de grupos de un torneo corto no puede arrojar

conclusiones esculpidas en piedra. Se puede perder y hasta ganar por casualidad.

Pero es un hecho que Panamá se ha convertido en un equipo muy difícil que si fue marginado en extremo del Mundial de Brasil, ahora tiene mayores posibilidades de estar en el de Rusia, en el cuarto lugar del Hexagonal y con buenas batallas que pelear.

Canadá, que vive un eterno invierno futbolero, venció a un débil rival como Guayana Francesa que en un minuto marcó dos goles y brindó al juego una sensación tensa que duró muy poco. Entre los canadienses, un jovencito de 16 años, rápido como centella, hizo dos goles que nos obligan a poner su nombre en el margen de la libreta: Alphonso Davies.

Que Martinica haya derrotado a Nicaragua 2-0 habla de que, pese a todo, sí hay lugares de la geografía futbolera en los que el Creador no ha tenido tiempo de poner los ojos. Los caribeños debieron vencer con mayor ventaja.

Jamaica fue claro vencedor de Curazao y enfrentará al Tri el jueves, en el partido mas difícil que deberá tener en esta fase.

Respecto a México, pese a algunos errores defensivos importantes y las infaltables lesiones que atentan siempre contra su cuadro, dio cuenta de un Selección salvadoreña cuya máxima vitrina, contra el relativo éxito de otras épocas, es precisamente la Copa Oro. Por ahora, no aspira a más que eso.

Contra lo esperado, los centroamericanos parecen abandonar ese futbol que más que amigo del roce, llegó a ser violento.

Hoy trata de jugar, pero cuenta con un desbalance fatal: pese a que sus jugadores de ofensiva son rápidos y hábiles, sus defensores no saben marcar. Dejan con frecuencia a algún rival descubierto y no recibieron más goles de puro milagro.

Vendrán jornadas más duras para México, pero ayer dejó las cosas en su lugar: con un equipo que no es el de la Confederaciones superó con justicia en su presentación.

Este cuadro habrá de mejorar la sensación agridulce que nos heredó la Confederaciones y parece tener con qué: la ventaja es que Osorio tendrá más candidatos probados para cuando llegue la hora de la verdad.

Aunque la primera jornada, cierto, no nos deja avanzar demasiado en el dictamen.
 
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