En alguna época dijo Hugo Sánchez que a la Selección no le iba bien porque había muy mala vibra en su entorno, que cuando cambiara el pesimismo en los partidos importantes, la buena energía del pueblo empujaría ese balón, que haría la diferencia.
Teoría como la de la atracción o las que citaba el Pentapichichi fervorosamente han sido asumidas por algunos a través de los
tiempos.
¿Será que el Tri en su importante partido contra Alemania dependerá de la confianza o el escepticismo que la afición tenga hacia ella?
El equipo de Juan Carlo Osorio se ha enfrentado habitualmente a un problema: puede tener días de imponente sol e inmediatamente después otros de penumbra y ausencia.
Sin saber exactamente de qué depende la irregularidad que vive nuestro futbol, es un hecho que más allá de las famosas rotaciones, falta continuidad para que, por ejemplo, después de una buena exhibición contra Portugal, Nueva Zelanda no nos haya arrancado algo de milagro.
Da la impresión sin embargo de que el de este jueves puede ser uno de los días buenos. Aunque el valor de la plantilla alemana es casi del triple del que las páginas de referencia le dan al mexicano, la experiencia y la técnica de los nuestros puede poner al adversario a sufrir en un duelo que seguramente será muy cerrado.
Tendremos que observar si el pulcro diseño de Osorio no falla en esta ocasión. No hay recuperadores naturales en el equipo, así como tampoco hay un mediocampista zurdo que releve la ausencia de Andrés Guardado.
El propio técnico colombiano dijo que quien podría ocupar ese lugar está alistándose para la Copa Oro. Un equipo que por cierto ayer mostró grandes deficiencias de conjunto y funcionalidad, pero nos recordó que por lo menos hasta ahora trae derecha la suerte. Eso también se puede contagiar para el juego en Sochi.
Así pues, el problema a resolver está en el mediocampo que es la zona en la que según los expertos se gana o se pierde cualquier partido.
¿Tapará México la salida de los alemanes desde su propia zaga central?
¿Serán capaces nuestros jugadores de no cometer las distracciones por las que han recibido gol en los tres partidos anteriores?
La Selección ha mostrado espíritu para levantarse de esos marcadores adversos, cosa poco común en el futbol actual. Dar la voltereta no es costumbre de a diario.
La mesa está servida y la oportunidad, concedida.
Aunque el gran objetivo del Tri es volar alto dentro de un año, esta es una buena ocasión para ensayarlo, pese a que muchos no crean ni el equipo ni en el técnico.
Ellos lo definirán a pesar de que tengan que ignorar la citada ley de atracción.
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