Con sólo su nombre, Alemania impone.
En la disciplina, en el orden europeo, en lo militar, en la historia... y en el futbol.
Se atribuye a Gary Lineker el definir que el futbol es un deporte en que algunos juegan bien y otros mal, pero en el que siempre ganan los alemanes.
Históricamente no le falta razón pese a algunas épocas en las que el dominio ha decaído para volver con
más fuerza.
Los antecedentes entre ambos equipos nos suelen traer malas noticias. Por lo menos para el futbol mexicano a nivel mayor, los teutones son punto menos que invencibles.
Por eso se festejó con tanta pasión aquel triunfo de la Sub 17 en el Mundial celebrado en nuestro País con el gol de chilena que parecía inmortalizar a La "Momia" Gómez, nombrado esa tarde en Torreón como el nuevo Niño Héroe.
Además de la calidad superior del futbol alemán, puede haber alguna explicación sobre el asunto precisamente por las creencias.
Lo que le faltó a La "Momia" le sobra a ellos: confianza, solidez en la disciplina, estructura física y mental.
Pero como es injusto generalizar a partir de una situación o pensar que todo es para siempre, habremos de confiar en que esta generación mexicana, con una buena cantidad de exportados, está lista para dar ese paso que casi siempre se ha quedado en el intento.
No es la Alemania, como se sabe, la misma que fue campeón del mundo en Brasil. Precisamente por metódico, por descansar a sus saturadas estrellas y por pensar en el futuro que incluye el Mundial de Rusia, Joachim Löw afina sus ejércitos con un plantel alternativo que a veces no juega de la manera tradicional: Hoy los germanos tocan más, se acompañan, tienen técnica con el mismo poder de antes y cuentan con un elenco más amplio y variado en características y edades.
La teoría dice que eso disminuye en algún grado la dificultad, pero no la anula por completo de ninguna manera.
Un triunfo sería trascendental y no admitiría ese escepticismo que siempre nos acompaña: Aún si se obtuviera, habrá quién le ponga peros.
De aquí al jueves habrá quien saque lesiones, afine la formación o estudie con perfección al adversario.
Éste Tri sí puede. Y a veces se lo cree pese a los sabotajes que como medios y aficionados hasta involuntariamente cometemos.
Alemania es mejor. Pero tendrá que demostrarlo ante un rival de verde que es capaz de dar el do de pecho largamente esperado frente a una potencia en un partido oficial.
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