San Cadilla
en CANCHA


El drama de Darwin
 
 
Darwin Quintero sintió alivio cuando se enteró que Miguel Herrera sería el nuevo técnico del América, pues el año pasado El "Piojo" estaba dispuesto a abrirle un espacio en Xolos, aceptando todas las implicaciones que tendría su contrato, solo que al final el trueque no pudo darse por la negativa de Avilés Hurtado para irse con las Águilas por aquello de

que no le gustaban los modos de Ricardo La Volpe.

Sin embargo, para colmo de males de Quintero, ahora la situación no está en manos del "Piojo" al 100 por ciento, pues aunque quiera darle una oportunidad y no lo vea con malos ojos, la orden viene de arriba, de unas oficinas de por allá en Santa Fe, donde no hallan cómo darle las gracias a Darwin.

Quieren que el colombiano se vaya bien, sin rencores, firmando su carta de buena voluntad donde nunca ponga en entredicho a la directiva azulcrema, que le ha ayudado en todos los momentos "complicados".

Y es que para el equipo, la presencia de Darwin ya no es necesaria, es más, si me permiten el comentario, creo que hasta resulta un poco incómoda, así que si el delantero tiene otras ofertas, es tiempo de emigrar, de ver nuevos aires, de seguir cuidando su salud porque el tema de la trombosis que sufrió hace un año no es algo menor para dejar en el olvido, ahora sí que como dicen por ahí, que no deje de tomar sus medicinas y de seguir visitando con frecuencia a su médico de cabecera.

 
 
Prioridades atlantistas
 
 
Todo aquel que se jacte de amar al futbol tiene una cita anual que parece ineludible sin importar los colores por los que suspiren: la Final de la Champions League. Hay quienes hasta piden vacaciones con tal de no perderse, aunque sea por tele, el partido de futbol más importante del año, por citar alguno de los sacrificios que los pamboleros hacemos con tal de ver ese partido.

Sin embaaaargo, este sábado hubo un sector que de plano ni se percató que el Real Madrid y la Juventus se disputaban el prestigio europeo, todos ellos seguidores del Atlante.

Justo al inicio del encuentro, unos 30 azulgranas y Félix Fernández, que minutos antes se estaban tatuando logos del club, prefirieron sumergirse en una nostálgica plática sobre las viejas hazañas de los Potros en la terraza de un hotel de la Ciudad de México a meterse en friega al bar donde había múltiples pantallas pasando la Final de la Champions.

La plática tocó temas como la participación de los Potros en el Mundial de Clubes del 2009, cuando se dieron el lujo de irle ganando al Barcelona por media hora, o el título de Liga de 1993, con Fernández en el arco.

Era tanta la pasión con que estos atlantistas se entregaron a su plática que el Madrid-Juve sólo fue pelado por los meseros.

 
 
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