No cabe duda que en la Final que mañana inicia se instalaron los dos equipos que mejor han jugado en la Liguilla.
Aunque haya sido mucho más amplia, más arrolladora, más convincente la superioridad de los Tigres con respecto a sus adversarios de Cuartos de Final y de Semifinales, también las Chivas fueron mejores que los suyos a pesar de haber avanzado empatando en el global en sendas
ocasiones.
Y además de llegar a esta última instancia los dos equipos que mejor han jugado, llegan los dos que a mayor nivel dominan una forma de jugar; incuestionable mérito de sendos directores técnicos.
Ya se sabe que en el futbol hay entrenadores que hasta por casualidad pueden salir campeones, y otros que con su capacidad incrementan, torneo tras torneo, sus probabilidades de alzarse con el título.
En el reciente y muy exitoso caso de Rafael Puente del Río, por ejemplo, reconforta que tan pronto haya dejado plena constancia de su amplio conocimiento del juego, de su claridad de conceptos, de su elocuencia para transmitirlos; y sobre todo, de su gran capacidad para conseguir que sus jugadores los plasmaran en la cancha para ir en pos de la hazaña.
Y si se trata de hablar de técnicos cuya capacidad está por encima de cualquier duda, probada y comprobada durante muchos años y dirigiendo a muy distintos planteles, el caso de Ricardo Ferreti no encuentra en México equivalente alguno.
Por un lado este frecuente asistente a las Finales; y por el otro Matías Almeyda, quien se ha encargado de conseguir que finalmente, después de 21 torneos, las Chivas vuelvan a participar en una Final de Liga.
Dos magníficos técnicos, naturales ganadores, al frente de sus respectivos equipos y en diferentes etapas de sus productivas trayectorias, en pos del ansiado título.
A ver cuál empieza a llevárselo mañana.
Twitter: @rgomezjunco