¿Le alcanzará a Vaqueros?

José Pablo Coello
en CANCHA


A pesar de que la campaña anterior terminó antes de lo esperado y de manera decepcionante, lo hecho por los Vaqueros en el 2016 ha generado altas expectativas de cara a la temporada que está por iniciar.

Sin embargo, el hecho de que Dallas tenga más de 20 años sin jugar un Super Bowl y de que esta escuadra sea uno de los equipos más trascendentes y populares en la NFL, le da un grado

adicional de dificultad al reto que enfrentarán Jason Garret y sus jugadores.

Más allá de esta presión adicional, me parece que vale la pena analizar si se justifica que el equipo de la estrella solitaria sea el favorito de los apostadores para representar a la Conferencia Nacional en el Super Bowl LII.

La línea ofensiva perdió a dos de sus cinco titulares tras el final del calendario anterior, pero no sería raro que el rendimiento de esta unidad terminara siendo aún mejor a partir de agosto.

Doug Free era el eslabón débil del grupo y su lugar podría ser ocupado por La'el Collins, un jugador con mucho talento que buscará adaptarse a la posición de tacle derecho tras haber sido muy competitivo como guardia. El hueco que deja Ronald Leary no será fácil de llenar, pero hay muchas esperanzas puestas en Jonathan Cooper, alguna vez primera selección del Draft, que busca relanzar su carrera tras haber fracasado en Arizona y Nueva Inglaterra.

Dak Prescott y Ezekiel Elliott han sido dos de las más gratas revelaciones de la NFL, y si logran mantenerse sanos pueden ser todavía mejores que en el 2016.

La salida de Tony Romo le dará mayor tranquilidad a Prescott, quien se ha concentrado en mejorar su trabajo de pies y en tomar un rol de liderazgo más importante. Elliott volverá a ser uno de los corredores más productivos de la liga, y podría incluso demostrar elevada versatilidad si Garrett lo involucra más a menudo en el ataque aéreo.

La enorme interrogante sigue siendo la defensa, una unidad mediocre que perdió a varios jugadores clave vía la agencia libre. Dallas hizo bien en utilizar tres de sus primeras cinco selecciones para reforzar la defensa contra el pase, además de haber tomado a Taco Charlton para presionar con sonora eficacia a los mariscales de campo rivales. Se esperan aportaciones de Byron Jones y de Nolan Carroll, además de tener la esperanza de que Jaylon Smith pueda ser competitivo tras un largo proceso de rehabilitación.

La apuesta es arriesgada, pero no había otra opción. Dallas encontró a sus dos mejores jugadores a la ofensiva en el Draft del 2016, y si algo similar pasara en la defensa con la generación 2017, la sequía de títulos podría terminar pronto para el equipo de Jerry Jones.

 
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