"Los greenes en un campo de golf son lo que el rostro en un retrato".
Charles Blake McDonald
Como cosa rara, este fin de semana tuve oportunidad de ver gran parte del Players Championship en la televisión y, más allá del triunfo del Coreano Si Woo Kim (otro Kim, otra vez), el campo del torneo me hizo revivir y disfrutar lo que es.
El TPC de Sawgrass, enclavado
en el área metropolitana de Jacksonville, Florida es todo un caso de estudio y ha sido un detonante para la economía del PGA Tour. A finales de los 70 el entonces Comisionado del Tour, Deanne Beaman, tuvo la visión de crear una "casa" para sus miembros y el torneo más importante, en cuanto a generación de recursos, para la Organización. Logró el apoyo de unos terratenientes de tierras inhóspitas y pantanosas para que le vendieran unas 200 hectáreas por la grandiosa cantidad de un dólar.
En marzo de 1980 se pegó el primer driver y oficialmente se abrió el campo tipo "estadio". La casa del Players Championship y club donde cada miembro del tour es socio ha cambiado mucho en su alrededor, pero el campo diseñado por el gran arquitecto Pete y su esposa Alice Dye, sólo ha mejorado con los años.
TPC es una obra de arte y sin duda el mejor campo hecho de los tiempos modernos. Es un campo que utiliza formas geométricas entre sus rasgos (trampas y forma de lagos), y donde el factor intimidación tiene presencia en todos los hoyos.
Los esposos Dye crearon una obra maestra al esconder las áreas de aterrizaje de la bola detrás de obstáculos que corren de forma frontal o en ángulos difíciles de descifrar. El principio "riesgo-recompensa" puede volver locos a los jugadores o premiarles con la gran recompensa de la conquista, es un campo donde se han hecho escores bajos, pero todos los jugadores invocan a que los vientos permanezcan dormidos, es por eso que nadie tiene una escore o ventaja segura hasta embocar el último putt en el hoyo final.
Muestra de la gran dificultad que enfrentan los mejores profesionales del mundo está en lo sucedido en la última ronda; quienes iniciaron de líderes en la ronda final con 9 abajo del par hicieron escores de 84 (J.B. Holmes) y 75 (Kyle Stanley). En cambio, el de Corea de tan sólo 21 años hizo una ronda sin meterse en algún serio problema e hizo la única ronda sin bogeys (69) y adjudicarse el título por 3 golpes de ventaja en 10 abajo del par. Kim es el jugador más joven en la historia en ganar este torneo llamado el Quinto Major por todo lo que embona.
Para Kim el triunfo pareció ser un desafío al diseño creado por los Dye, durante cuatro rondas se comportó como un jugador inmutable logrando vencer ese factor intimidante que causa tanta distracción, lo hizo mostrando frialdad y poca emotividad. Tal vez fue ejemplo de una poderosa técnica de entrenamiento y disciplina mental, o una gran inocencia, veremos.
Hasta el próximo green.
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