Vencedores y vencidos

Francisco Javier González
en CANCHA


Matías Almeyda, antes de empezar la serie contra el Atlas, aseguró que estas Chivas ya son ganadoras.

Hacía cuentas de las Finales de Copa ganadas, de otra Final perdida in extremis, de que ya son asiduas en la Liguilla por el título y de que pese a los diez años sin ganar la Liga, precedida esa ocasión de otro largo ayuno, estaban listas para enfrentar de la mejor manera la actual serie

por el título.

No se sabe hasta dónde llegará el Guadalajara en el actual curso pero por lo pronto ya arribó a Semifinales siendo mejor que el Atlas aunque el marcador resultó pálido por el empate global que le hizo avanzar por su mejor posición en la Tabla. Merecía menos angustias.

El Guadalajara es fiel a su estilo, posee grandes cualidades técnicas y pese a haber llegado a la Fecha 17 con múltiples bajas por lesión y falta de puntería frente a la puerta, llena el ojo en muchos lances, ataca por vocación y se alista para enfrentar a un Toluca más incierto que los horóscopos de cada mañana.

Atlas, condenado otra vez por un DNA que no le deja avanzar hace años a instancias importantes, tuvo tres tiros de esquina en que superó a la defensa del Rebaño, y poco más. Tristes cuentas para un club cuya afición no pierde la esperanza en cada curso, por malas noticias que le entregan de postre cada torneo.

En eso de los perdedores dignos, Santos se lleva la palma.

La exposición de orgullo y valentía que fue a montar a Toluca el equipo del "Chepo" de la Torre lo reivindicó como uno de los mejores técnicos de México.

Todos tenemos nuestros malos ratos, pero la intensidad, motivación y entereza que un día le faltó a la Selección Nacional en los últimos días de De la Torre, hoy los puso en un terreno difícil con un plantel que resintió demasiado sus dos ausencias pero que puso en jaque a un Diablo que deja dudas y que cerrará la serie en casa de las Chivas.

Santos necesita reforzar un plantel que dio más de lo esperado y se fue de la Liguilla por errores infantiles en la ida que fueron casi lavados en la vuelta con decisión y arrojo.

Tal y como lo hizo Morelia, otro equipo cuyo encargo era salvarse y terminó poniendo en entredicho al líder general.

El orden y la entrega michoacanas aplazaron la decisión del ganador de la serie hasta el último instante.

Lástima que Monterrey haya metido tan poco las manos frente a los imponentes Tigres que han despertado en el momento más importante. El clásico regio pintaba para ser de colección y fue robado por los felinos, a los que sólo se les puede reclamar que siendo tan magnífico portero, Nahuel Guzmán de repente actúe demasiado. No lo necesita. Atenta contra su grandeza y el ejemplo de una institución alejada de la pantomima.

 
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