¿Qué prefiere: la ventaja de 4-1 o la ventaja de 1-0 en serie de ida y vuelta con el criterio de gol de visitante?
La respuesta parece muy obvia pero, debido a los diferentes desenlaces en los partidos de vuelta, bien vale la pena el análisis, previo a la jornada de fin de semana.
Si algún equipo nos ha hecho reflexionar acerca del peligro que significa relajarse y luego apanicarse,
ese fue Tigres en la Final del Apertura 2015, tras perder en Ciudad Universitaria, ante Pumas, una ventaja justamente de 3 goles. Después de todo, Tigres ganó en penales, pero tuvo que reaccionar ante circunstancias adversas que no parecía contemplar. Cabe aquí recordar aquellas remontadas de America sobre Tampico en la Final del Torneo Prode 85 (4-1 / 4-0), de Toluca sobre Necaxa en la Final del Verano 98 y del propio Tigres sobre América (1-3 / 1-4) en Cuartos de Final del Apertura 2005.
El tema central se refiere a la planeación de la vuelta, con una ventaja amplia e inesperada que, inevitablemente, aligera y genera confianza inusual durante los pocos días de preparación que existen entre uno y otro juego.
El futbolista se acostumbra a empezar cada duelo en igualdad, con un empate de inicio, que bien se puede escapar, mantener o convertir en victoria, pero al término del encuentro ya nada se puede hacer en relación a ese partido. Sin embargo, el medio tiempo de 72 horas produce demasiados estados mentales como para asegurar que la reanudación será similar.
Por otra parte, la pírrica ventaja de 1-0 significa cumplir objetivos parciales (anotar y no recibir gol), pero de ninguna manera suficientes como para cambiar el estado de alerta durante la pausa de 3 días.
El 1-0 tiene demasiados ejemplos negativos como para pensar hoy en día que representa una ventaja para conservar sin tratar de incrementar. El 1-0 no implica desesperación sino hasta muy cerca del final de la vuelta, en caso de no existir modificación en el marcador durante todo ese tiempo. Es decir, ni la victoria parcial relaja, ni la derrota parcial alarma. Al final de cuentas se trata de una segunda parte en la que, como casi siempre, el local propone y el visitante aguarda de manera ordenada.
Al final de los duelos en la ida que finalizan 1-0 en favor del local, ambos equipos se retiran de la cancha con tranquilidad tras haber sucedido algo que se tenía contemplado. No así en los 4-1 y 1-4, que inquietan, alteran, preocupan, asustan o decepcionan, esperanzan o entusiasman demasiado.
Los Cuartos del Clausura 2017 en sus idas nos han dejado 2 pares de marcadores muy similares: los que muchos dicen "sentenciados" y los que muchos dicen "abiertos". Si de algo estoy seguro, es que aquella Final del Apertura 2015 fue una gran lección para Tigres.
¿4-1 o 1-0... Qué ventaja prefiere para mantener muy enfocados a sus jugadores rumbo a la vuelta?
Me inclino por la precaución en las 4 series, porque gran parte del encanto de nuestro futbol radica, justamente, en llenarnos de sorpresas y emociones durante la Liguilla.
Twitter: @FELIXATLANTE12