Pese a que muchos están en contra de definir una Final en serie de penales, pocas cosas hay en el futbol más dramáticas que eso. Y más aun, cuando el local falla el primer disparo y tiene que remar contra la corriente para terminar imponiéndose.
En una Final no se hace la crónica desde las ventanas normales de cualquier otro día. Ni siquiera suele ser algo tan importante decir, como en
este caso, que el duelo durante los noventa minutos valió poco porque escaseó la calidad.
Cabe el análisis, las estadísticas, las tendencias en el juego y también las incidencias importantes, como la lesión de Ángel Zaldívar, quien le hará falta al Guadalajara en la recta final de la Liga y, probablemente, en la Liguilla por el título.
Pero la crónica parte del nombre del ganador.
Chivas es campeón de Copa logrando el cuarto trofeo de este tipo para enriquecer sus vitrinas. No hace mucho tiempo que ganó en León otra de ellas, además de otro par en la década de los sesenta. También perdió ocho Finales, siendo el mas perdedor del juego decisivo.
Eso quiere decir que la Copa MX, rescatada hace poco, es un torneo con historia pero con vida accidentada. Y no es tan importante como una Liga, pero tampoco es para despreciarla.
Las Chivas tienen el foco en el partido contra Cruz Azul del próximo fin de semana, pero con el tiempo suficiente para un breve festejo a estadio lleno que consiguió en casa después de veinte años. No es cualquier cosa.
Guadalajara fue mejor que Monarcas, que se debate entre la vida y la muerte en la Tabla de Cocientes, con poco tiempo para definir su destino.
No parecía ni necesario ni factible que el duelo llegara hasta los penales pero el futbol tiene sus secretos y la organización de un convencido Morelia que atacó poco pero defendió con enorme propiedad, complicaron el trámite.
Chivas, cerca del maracanazo tapatío después de que Salcido erró su primer penal, ha dado con el título copero un posible primer paso a una buena era: su plantel tiene calidad, es joven y está bien dirigido. Ha pasado momentos de aprendizaje en los que perdió tiempo y dinero, pero parece haber llegado a una madurez en la que Matías Almeyda, contratado por la puerta de atrás en un momento de gran riesgo, es fundamental.
La Copa MX tiene más relevancia cada año gracias a que es el evento futbolero más difundido. Hasta seis señales han transmitido su desarrollo en un esfuerzo de medios que en la Final ofrece demasiadas opciones.
Anoche no fue el caso. Hay equipos que no comparten su señal. Que no pasan por televisión tradicional o de paga. Una pena, cuando el Rebaño regresa a hazañas que ya estaban olvidándose.
Algo se aprenderá de ello.
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