El Genk de Bélgica ocupa actualmente el séptimo lugar en la Liga de su país pero disputará ante el Celta de Vigo los Cuartos de Final de la Europa League.
Además de ser un equipo modesto, es uno de los ejemplos de semillero del balompié flamenco. De allí surgieron Thibaut Courtois, Kevin De Bruyne y Christian Benteke.
Un vistazo rápido a su actual plantilla muestra la importancia
que le otorga a los jóvenes. Tiene 16 elementos entre los 18 y los 22 años. Como paradoja, el más veterano del equipo es su capitán y tiene 36 años.
Aunque Bélgica no ha respondido a las expectativas generadas por el talento reconocido de sus futbolistas en los dos últimos grandes eventos futbolísticos, el Mundial de Brasil y la Eurocopa, su potencial sigue en vigencia.
En el ranking de Selecciones de la FIFA encontramos a los Diablos Rojos en el quinto lugar.
Los principales clubes de Europa, especialmente en la Premier League, tienen en sus alineaciones a jugadores belgas. Específicamente allí hay 25 en acción. En la Liga española, en el Atlético de Madrid, Yannick Carrasco muestra sus cualidades, y Dries Mertens en el Napoli del Calcio.
Eden Hazard, Romelu Lukaku, Kevin Mirallas y Axel Witzel, entre otros no menos famosos, se suman a esa generación virtuosa.
Pero, ¿qué ha hecho bien Bélgica para obtener semejante cosecha? Principalmente, poner el énfasis mayor de sus formativas en la etapa de los 18 a los 22 años. En este país de 11 millones de habitantes funcionan por lo menos siete escuelas de futbol vinculadas, pero no dependientes, de los clubes principales. Los mejores prospectos son ascendidos inmediatamente y no se les congela en otras categorías o equipos filiales.
Un ejemplo prototípico actual es Youri Tielemans que con sus 19 años ha jugado 130 partidos en el primer equipo del Anderlecht.
En Inglaterra hay una gran estructura, pero está orientada a la franja de 9 a 18 años. Cuando los nuevos valores llegan a ese tope, usualmente, pasan a foguearse en los equipos de otras divisiones.
La alta presencia de seleccionados belgas en la Premier tiene una doble valoración. Por un lado los pone en alto nivel de competencia y de presión. Pero, por el otro, los sumerge en una verdadera vorágine que no interrumpe su actividad durante 10 meses seguidos y cuando les toca defender los colores nacionales el desgaste viaja con ellos.
Para el español Roberto Martínez, el nuevo entrenador, ése es uno de los mayores problemas camino al Mundial de 2018. En su grupo eliminatorio, a la espera del partido con Grecia, Bélgica tiene marca perfecta (12 puntos, producto de cuatro triunfos) y una diferencia de goles de +20.
Superar los Cuartos de Final de Brasil 2014 será su gran desafío en las canchas rusas. En el de desarrollar talentos: ya tiene la mejor semilla.
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