Arqueros y no ex arqueros

Félix Fernández
en CANCHA


Somos arqueros y no ex arqueros porque...

La virtud o el vicio del perfeccionismo se convierte en parte de nuestra forma de ser y aunque no seamos precisos, esa precisión requerida en el arco tratamos constantemente de llevarla en cualquier actividad que desarrollemos.

Nos gusta la soledad aunque no somos solitarios, porque valoramos y necesitamos nuestro espacio para prevenir,

actuar y resolver, hoy y siempre.

Nos llamamos entre nosotros: 'arquero' y no 'ex arquero', de la misma forma que nos llamamos: 'colega' y no 'ex colega'.

Nos entendemos, nos comprendemos, nos identificamos y nos solidarizamos con el viejo arquero, con el actual arquero y con el futuro arquero.

Sabemos lo difícil que es ver un tiro entre 20 piernas y conocemos lo letal que puede ser simplemente un movimiento de cuello para encontrar el balón. Nadie más tiene conocimiento de esto.

Conocemos la enorme satisfacción que significa descolgar un centro rutinario entre 10 jugadores. Sí, porque a los 20 o a los 50 bajar un centro atinadamente es una metáfora de la jerarquía, de la desilusión del rival y de la supremacía de los nuestros.

Nuestra máxima satisfacción es salvar el error de un compañero, antes en la cancha, hoy en nuestro trabajo. Es parte de una inequívoca vocación de servicio que un arquero necesariamente tiene.

El apego es tan desprendido como lo que duran seis segundos y el desprendimiento es tan apegado como el mensaje preciso de la comunicación.

Estamos acostumbrados a absorber la presión acumulada, a liberarla sólo a través del grito muchas veces inútil, de la intervención atinada y muchas veces rutinaria.

Aprendimos a desarrollar la autocrítica como única vía de superación.

Nos consultamos entre nosotros sin importar la generación, el cambio de reglas o la evolución de nuestro futbol, siempre enfocado hacia nuestro territorio de las dos áreas.

Nos admiramos y nos respetamos mutuamente, solo de conocer por lo que se transita y se ha transitado.

Desechamos unánimemente los conceptos tan arraigados de: 'área chica es del portero', 'penal atajado es penal mal tirado', 'gol por primer poste culpa del arquero', o 'se tiró para la foto'.

Nos sabemos diferentes, ya que 'elegimos ser individuo y no masa', en palabras de Zubizarreta.

Queremos entender todo del futbol al tener la visión privilegiada del campo en su totalidad.

Sentimos solidaridad plena por los bateristas y los cantineros, quienes desempeñan una actividad muy similar a la nuestra a partir de la velocidad y ritmo al que se debe desarrollar el juego para conveniencia del espectáculo y el resultado.

La última que hacemos en el entrenamiento, en el descanso, en el trabajo o en el simple juego tiene que ser bien ejecutada y a nuestro favor.

Nos involucramos excesivamente en nuestro oficio que abarca el de todos nuestros colegas, ya que nada de lo que tiene que ver con la portería nos es ajeno.

Tenemos bien asimilado que generamos confianza, pero también desconfianza.

Sabemos que nuestra competitividad es nuestra supervivencia.

Hemos aprendido, en palabras de Cañizares: 'a ocultar nuestras debilidades'.

Nos adaptamos a los cambios bruscos y a los retos desafiantes, así como a los golpes y a las caídas.

Comprendemos lo que es tomar y ejecutar decisiones sin margen de análisis.

Aprendemos y obtenemos lecciones de cada uno de nuestros errores...

Por todo lo anterior, pueden llamarnos hoy y siempre, sin ningún problema, arqueros y no ex arqueros después del retiro.

 
Twitter: @FELIXATLANTE12