Wilson Kipsang ganó el Maratón de Tokio del domingo pasado con un tiempo de 2h 03'58" que rompió el récord del evento por 1'44". La femenil fue ganada por la keniana Sarah Chepchirchir con 2h 19'47" para romper el récord del evento por 1'40".
Entre el cambio de trayecto y el refuerzo a su profundidad competitiva, el de Tokio se convirtió en uno de los maratones "Majors" que es candidato a
contar con un récord mundial junto con los de Londres y Berlín.
El Maratón de Boston no es candidato a récord mundial porque no cumple con las normas de la IAAF, el de Nueva York tampoco lo es por lo pesado de su trayecto y la falta de "pacers", y el de Chicago dejó de serlo al eliminar los "pacers" y privilegiar "la competencia pura".
La sorpresa en Tokio corrió por cuenta de Chepchirchir, de 32 años, quien superó a las tres etíopes marcadas como grandes favoritas. La keniana mejoró su récord personal por más de 4 minutos y registró parciales negativos en el que fue su tercer maratón.
La marca de Kipsang lo convirtió en el primer atleta en correr cuatro maratones en menos de 2h 04', pero su resultado perdió brillo por la expectativa que él mismo generó al declarar que rompería el récord mundial, que no rompió.
Kipsang corrió parciales positivos por más de un minuto, por lo que su desempeño pudo ser mejor. Los "pacers" corrieron los primeros 5K en 14'14", un ritmo que los hubiera llevado a meta en dos horas y siete segundos. Eso fue un error.
Otro factor que no ayudó a romper el récord mundial fue la falta de presión para Kipsang, quien cruzó el kilómetro 40 con 500 metros de ventaja sobre el segundo lugar.
Cuando Dennis Kimetto rompió el récord mundial en Berlín 2014 cruzó el kilómetro 40 con 35 metros de ventaja sobre el segundo lugar, y cuando Bekele ganó Berlín en 2016 con 2h 03'03" cruzó el kilómetro 40 con 5 metros de ventaja.
La verdad es que romper un récord mundial no es fácil, muchos factores deben alinearse, por lo que pensar en la barrera de las dos horas se ve lejano.
Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.
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