Ganar, aún perdiendo

Francisco Javier González
en CANCHA


Jugar una Final de Champions para un mexicano es hasta ahora posible sólo si se apellida Márquez o Hernández o si se es muy hábil para los videojuegos.

El torneo de clubes más importante, mediático y visible del planeta alberga de repente a jugadores mexicanos pero generalmente en poco número y con equipos que difícilmente avanzan a las mayores alturas.

El futbol tiene un sentido

colectivo pero que a su vez lo dividimos individualmente. Así, hablábamos del Real Madrid "de" Hugo Sánchez o del Barcelona "de" Rafael Márquez. Ha sido la manera de observar y aplaudir a los héroes, cuyas proezas en la cancha se hacen mayores cuando vemos la dificultad que implica hacer lo que ellos.

La jornada de esta media semana en la Champions fue de malas noticias.

"Chícharo" Hernández, a cuyo futbol premiaron las mieles de Cupido según las noticias del corazón, intentó por todos los medios seguir su racha tras dos dobletes consecutivos. No lo logró porque aunque en algún momento tuvo el empate a tres frente al Atlético de Madrid, los españoles son mejor equipo y se llevaron de Leverkusen un resultado que sabe a sentencia de la eliminatoria.

Nuestros compatriotas del Porto, pese a su calidad innegable, también perdieron en casa frente a la Juventus, que busca nada más su sexto título consecutivo de Liga en Italia y también trascender en un torneo que hace tiempo se le niega en las etapas trascendentes.

La desventaja de ambos clubes donde militan los aztecas sobrevivientes en la Champions es de dos goles y la necesidad de revertir el resultado en el Vicente Calderón y en el espectacular estadio de la Juve suena a imposible.

Nadie pierde ni gana un partido antes de jugarlo, pero aún con el pesado resultado de la ida, debemos pensar que los pocos futbolistas mexicanos que tienen la oportunidad de jugar este tipo de partidos, elevan su nivel de competencia. Aún perdiendo, se aprende.

Los números son demoledores: las cinco ligas más importantes de Europa -Inglaterra, España, Alemania, Italia y Francia- saben de donde importar a sus foráneos, independientemente de la condición de comunitarios que tienen algunos de ellos. Francia es el país más exportador con 116 jugadores, seguida por Brasil (114), Argentina (97) y España (66).

El mercado mexicano es tan pequeño que no aparece en las listas pero finalmente cuenta con exponentes que le representan e intentan crecer, a veces con éxito.

"Chícharo", Layún. Corona y Herrera -con la tremenda patada de Lichsteiner que casi le deshace un pie-, buscan el segundo milagro en sus juegos de vuelta.

El primero ya lo hicieron, al estar jugando en ese nivel.

 
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