¿Sacrificio?
El que quizá está consiente de que su carrera como futbolista viene a la baja cada que pasa el tiempo es Omar Bravo, el aclamado máximo goleador histórico de las Chivas, que ahora jugará en el Phoenix Rising Football Club, un equipo de la USL (United Soccer League) que para muchos puede ser considerada como una Tercera División del futbol gringo, pero que en realidad está a la
par de la North American League, con equipos también en Canadá.
El Phoenix Rising es aspirante a ingresar a la MLS para el 2019 dentro del plan de expansión que pretende la máxima categoría de EU.
Bravo rechazó ofertas en México, pero casi todas en equipos del Ascenso MX como la de los Dorados, que directamente lo contactó, la del Tampico Madero y hasta la de los Leones Negros, en donde la directiva de Chivas que hoy administra José Luis Higuera buscaba acomodarle, pero en operaciones en las que el Rebaño ya no tuviera que pagar el grueso de su salario, hasta hoy firmado por un año más.
El sinaloense que no siempre se caracterizó por ser arrebatado para los negocios, sino más bien calculador, se puso como objetivo seguir en Estados Unidos para no sacrificar el contrato que aún le liga con su ex equipo y que supera el melón de los verdes de a 21 pesos, ni tampoco la calidad de vida a la que su familia se ha acostumbrado fuera de México.
En lo deportivo Bravo tendrá que responder, pero sobre todo mejorar la cuota de Carolina del Norte, en donde marcó 4 goles en 14 juegos.
Yo sigo pensando que en la Liga MX a más de algún equipo todavía le pudo ayudar. Allá él.
Ecuatorianos en el limbo...
Y aunque en el América dicen que todos están a muerte con Ricardo La Volpe, en quien confían para volver a los primeros lugares, hay uno que ya comienza a desesperarse y tiene en mente que en Coapa le quedan ya sólo unos meses de estancia.
Ese es el ecuatoriano Michael Arroyo, quien cada que ve que no es considerado ni para ir a la banca, hace sus entripados y berrinches internos que cada vez le son más difíciles de ocultar.
Con eso de que ya rebasaron los lugares permitidos para los extranjeros y que en cada jornada deben sacrificar a uno, a él ya le cansó que sea el que siempre se tenga que ir a la tribuna.
Al apodado "Miky" le ha dolido que apenas el torneo pasado lo consideraban un relevo de lujo y hasta peleaba para ser titular indiscutible, pero de la noche a la mañana, el "Bigotón" lo cepilló y sin chance de ir a buscar otro equipo.
Y aunque Ricardo Peláez dijo que hasta piensan renovarle por dos años más el contrato y que están muy contentos con él, la verdad es que Arroyo ha estado en contacto con sus compañeros Osvaldo Martínez y Rubens Sambueza, quienes le presumen lo contentos que están de ya no aguantar las ocurrencias ni gritos de La Volpe, mucho menos de la presión que se vive en el equipo.
En fin, que ya saben quién encabezará la lista de transferibles para el siguiente torneo.
El humo
Y en otra aventura más de vendedores de humo, ayer en Argentina se aseguraba que el técnico local, Caruso Lombardi, quien nunca ha dirigido fuera de su país, era deseado y buscado por los candidatos al descenso de Monarcas.
Curiosamente mientras en medios sudamericanos hasta citaban al ex DT All Boys, Tigre, Argentinos Juniors, San Lorenzo, Racing y Huracán, en donde decía que sólo faltaba arreglar el salario, pero que ya estaba más que un calcetín para llegar a comerse unas popusas, acá en Morelia, Álvaro Dávila anunciaba que ya no buscarían a nadie, que se quedaban con Roberto Hernández para que dirija él los 13 partidos que quedan.
Obviamente el autor de "Brujería" y "La Culpable" no dijo que de los de acá, muy pocos de los técnicos desempleados del rumbo, o mejor dicho, casi ninguno estaba dispuesto a quemarse al tomar esa papa caliente, con el riesgo de descender. Sólo Rubén Omar Romano levantó la mano pero no les pareció el indicado.
Y en cuanto a lo de Don Caruso, pues no duden que si con Hernández no levantan y salen del último lugar del descenso, el argentino esté dispuesto a llegar a dirigir, así sea nada más para recibir los santos óleos.
Así se las gastan.
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