San Cadilla
en CANCHA


Zozobra monarca
 
Los promotores andan bieeen movidos tratando de meter a su gente, porque ahora que se abre una vacante más, esta vez en Morelia, por más que el panorama sea negro para el equipo en cuanto al tema del descenso, pues eso no evita que mis cuates anden buscando acomodo para algunos técnicos que están en la banca.

Al pobre de Álvaro Dávila no lo dejan ni dormir, con

eso de que le dan nombres y nombres para suplir a Pablo Marini, quien seguramente hoy recibirá su finiquito.

Desde Rubén Omar Romano hasta Tomás Boy, pasando incluso por Mario Carrillo, han llegado a ofrecerle en esta baraja de probabilidades. Y vaya que el señor Dávila tiene que apresurarse a tomar decisiones, porque el problema del descenso se agudizó el fin de semana pasado tras la derrota sufrida a manos del América.

No dudo que hoy salga humo blanco de su oficina y que incluso esté dispuesto otra vez a sufrir con el que le pongan, porque tendrán que hacer de todo para volver a poner a los jugadores en sintonía, sin que se dejen caer por esta inercia de resultados negativos que suele atrapar al grupo cuando se viven momentos como éste.

Morelia no gana desde la Fecha 2 y el tema del descenso es algo que tiene muy nerviosos a jugadores y directivos, porque Monarcas inició el torneo en el fondo de la tabla de cocientes y de ahí no se ha movido, por lo que el nuevo encargado del timón tendrá que sanear un poco el ambiente y hacer de todo para que los integrantes del plantel se relajen. Ya ven que en Jaguares hasta recurrieron a la hipnosis y, si de hacer cosas extrañas se trata, yo creo que el "Capello" Carrillo les viene como anillo al dedo, ya ven que le gusta todo aquello que tiene que ver con prácticas esotéricas.

 
 
Porra despistada
 
Vaya que los integrantes de una de las porras de Cruz Azul debe de informarse mejor antes de asistir a los juegos de su equipo, porque luego se ponen cada quemón... como el del sábado ante Gallos.

Ya entrado el partido ante Querétaro, la cabecera norte del estadio, donde está lo que queda de la Sangre Azul, comenzó a corear al "Chaco, Chaco", como suele pasar cuando Cristian Giménez es suplente y quieren que entre.

La situación era idónea porque los celestes perdían 1-0. El problema fue que el "10" de La Máquina no fue convocado al partido, por lo que el griterío era en vano.

Sin embargo, la fe de los aficionados no bajó y en dos o tres ocasiones volvieron a corear al ídolo sin respuesta alguna.

No sé si ya luego alguien les advirtió de su error o de plano se cansaron de pedir a un jugador que no estaba disponible.

 
 
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