Le parte un rayo a futbolista ucraniano

Homero Fernández
en CANCHA


Casi al unísono que el Presidente de Estados Unidos prohibía la entrada a personas por profesar la fe musulmana, un grupo de ultras del Rayo Vallecano vetó a un jugador por ser un supuesto neonazi.

El ucraniano Roman Zozulya es el protagonista de uno de los fichajes más breves del futbol español y su carrera quedó en el limbo de la Liga de Ascenso.

Cuando llegó a Sevilla, en agosto

para fichar con el Betis, vestía una playera con un escudo y una leyenda en ucraniano. Un medio publicó que se trataba de una prenda del grupo paramilitar Pravy Sektor, cuando en realidad era el escudo de Ucrania y la inscripción una frase del poeta Taras Shevchenko, ícono en su país.

El jugador, que fue cedido en enero al equipo madrileño que se ha visto obligado a devolverlo, ha negado cualquier vinculación neonazi.

Lo que ha reconocido el jugador es su participación nacionalista en actos de apoyo al ejército de Ucrania y en actividades solidarias con huérfanos de los soldados. Lo ha condecorado el gobierno y ha subastado sus trofeos deportivos en Facebook y donado hasta un dron para usos militares.

Todo lo justifica por el conflicto bélico que vive Ucrania con Rusia por la península de Crimea. Allí la mayoría de la población simpatiza con las políticas de Putin, el amigo de Trump, y por eso le "pidieron" su intervención para resistir a las tropas de Kiev que pretendían abortar violentamente las aspiraciones anexionistas.

En ese contexto, Zozulya ha publicado en sus redes una foto suya con un fusil e imágenes con paramilitares a quienes ha ayudado económicamente. También aparece posando junto a una foto de un histórico nacionalista ucraniano, colaboracionista de los nazis.

"Nunca he estado vinculado a ningún grupo neonazi o paramilitar", dijo en una carta dirigida a la afición del ex equipo de Hugo Sánchez.

"A la pregunta concreta sobre si son o no una suerte moderna de fascistas, de nuevos nazis, todos contestarán automáticamente que no: ellos son otra cosa. Roman Zozulya es un buen ejemplo de esto", escribió en El País el periodista Rafa Cabeleira.

El ex jugador y seleccionador ucraniano Andriy Shevchenko quebró una lanza nacionalista por el acusado: "Todos luchamos por los intereses de Ucrania". La plantilla del Betis, condenó "el linchamiento público".

"Estos aficionados no saben nada de mi vida ni de mi país", dijo Zozulya.

Verdad o mentira. Lo cierto es que los que se erigieron en jueces implacables de su vida y su carrera en España son los que entonan en la tribuna:
 
"A Vallecas hay que venir/ a quemar todo el jachís/
 
Y los petas te darán/ la fuerza para animar".

Es la misma paradoja de los mexicanos que gritan "puuuuuuuuto" en los estadios y luego se indignan con las fobias de Donald Trump.

 
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