Le ponen alas a la Bundesliga

Homero Fernández
en CANCHA


La ciudad alemana de Leipzig tiene muchos privilegios en la historia. Fue la cuna de músicos de la talla de Richard Wagner, Johann Sebastian Bach y Felix Mendelssohn. En el mundo del futbol, allí nació el primer campeón de Alemania, el VFB Leipzig.

En estos días tiene al equipo revelación de la Bundesliga. Sin embargo, el RB Leipzig goza de un raro privilegio: es el más odiado de los

aficionados porque encarna para ellos la mercantilización del futbol alemán.

Detrás del éxito deportivo está la inversión de Red Bull, líder mundial en bebidas energéticas, que ha buscado establecerse en la Alemania del este. La historia cuenta que fue Franz Beckenbauer quien aconsejó invertir en la región al magnate austriaco Dieter Mateschitz.

En mayo de 2009 compró al Markanstädt por 350 mil euros y se fijó estar en ocho temporadas en la Bundesliga.

"El peor club que haya cambiado siete veces de nombre en los últimos años y que esté a un minuto de la bancarrota, es para nosotros más interesante que el Real Madrid", había comentado Mateschitz en 2007.

Que el nuevo equipo estuviera en la Quinta División le daba la posibilidad de escapar de los requisitos de la Federación alemana para habilitar a un club.

Inmediatamente quisieron cambiar el nombre a Red Bull Leipzig, pero asociar un equipo a una marca está prohibido. Solamente Bayer y Volkswagen tienen permiso, con el Leverkusen y el Wolfsburgo, porque sus compromisos son permanentes con las comunidades locales.

Entonces, decidieron anteponer a Leipzig la palabra RasenBallsport ("juego de pelota en el césped") y registraron RB Leipzig. Pero, tuvieron que jugar varios años sin escudo en la playera pues el nuevo se identificaba con Red Bull.

En Alemania la mayoría de las acciones de los clubes debe estar en manos de los socios aficionados. Para evitar ese control el RB Leipzig cotizó cada acción en 800 euros y se reservaba el derecho de admisión. Cuando logró su primer ascenso de categoría tenía apenas 9 socios, por lo que le obligaron a democratizarse.

Mateschitz amenazó con retirar la inversión, pero no lo hizo. Mientras el equipo iba quemando etapas en búsqueda del ascenso se sucedían las protestas de los hinchas de otros equipos. Los aficionados de 10 clubes se unieron en un boicot. A veces iban a la cancha vestidos de negro en señal de luto, otras veces les bloqueaban el autobús para impedirle llegar a tiempo a la cancha.

Con los objetivos cumplidos en el tiempo, el RB Leipzig ha comandado la Bundesliga en su primera temporada y ahora marcha segundo detrás del poderoso Bayern Múnich. La fórmula: un equipo de 22 años de promedio; el Red Bull Salzburgo de Austria como semillero; y una cartera que invierte inteligentemente más allá de la Fórmula 1 y el New York Red Bulls.

¿Tendrá Alemania su propio Leicester?

 
 
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