El ¿escupitajo? de Novaretti.

Félix Fernández
en CANCHA


La imagen parecía muy clara, y en un inicio nadie dudaba que Diego Novaretti escupió a Hirving Lozano en el duelo León vs. Pachuca. Al paso de los días, las declaraciones de los implicados, la sanción y las reacciones, dan la sensación de que el castigo (estipulado en el Reglamento) fue demasiado severo.

El futbol ha sido desde sus inicios una recurrente metáfora de la guerra. Y sí, se

utilizan mañas, agresiones, insultos y violencia, desafortunadamente. Todo ello con la intención de ganar.

Pero ahí, en ese campo de batalla, no todo se vale ni se justifica. La acción de escupir es unánimemente censurada y extremadamente castigada, porque hay un ejemplo que dar. El futbol es también formativo.

En el 2014 el atacante de Puebla Efraín Cortés fue suspendido seis partidos por escupir a Darío Benedetto de Xolos. La imagen era evidente y con todas las características de un escupitajo, incluido el claro recorrido de la saliva. Cortés se disculpó y su estancia en Puebla tuvo fecha de expiración a partir de aquella acción. Un año más tarde, Marco Antonio Palacios de Morelia, increíblemente no fue suspendido por escupir a Oribe Peralta.

Esta vez, después de los cachetes inflados de Novaretti y junto a lo que parece ser saliva más espesa en la punta de su lengua, no vemos ni el 'proyectil' en el aire, ni lo que sería la normal reacción de Lozano ante una agresión tan indignante.

Escupir causa menos daño físico que cualquier agresión conocida en la guerra y en le deporte, pero definitivamente no existe nada más indignante, censurable y vulgar.

El defensa argentino dice haber soplado la nuca de Lozano, jura por su hijo que no mastica chicle durante los partidos, no es 'mala leche' y acepta que se equivocó... pero en ningún momento se le pregunta ni menciona si escupió al 'Chucky'. Un día después le pregunté si ese juramento aplicaba para el escupitajo. Diego dijo que no.

No es verdad que en el amor, en la guerra y en el juego todo se vale. Si bien el futbol ha sido capaz de localizar excelentes metáforas bélicas, la guerra también contiene códigos que deben respetarse. El futbol contiene 'destructores', 'aplanadoras', 'tanques', 'verdugos' y 'asesinos', pero ningún libro de guerra documenta escupitajos, por lo que, una vez más, constatamos que escupir es una agresión tan baja que ni siquiera encuentra registro.

Ante la poca claridad del enfrentamiento (en el que también existe un intento de agresión impune por parte del atacante pachuqueño), bien haría León en apelar la drástica suspensión y mejor haría la Disciplinaria en reducir los seis partidos de castigo. Sería un buen intento de justicia en este caso.

 
 
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