Nada está decidido

José Ramón Fernández
en CANCHA


Señoras y señores, el partido de ida de la Final entre América y Tigres fue parejo como se esperaba, con un penalti que no existe y que marca el árbitro Paul Delgadillo en favor del América, pero Oribe Peralta echa a perder el plan del árbitro y lanzó la pelota por arriba.

Tigres tuvo en el primer tiempo una sola jugada y la hizo el francés André-Pierre Gignac, una jugada de crack, amaga

al central Paolo Goltz, se lo lleva y mete el balón con un tiro de tres dedos entre las piernas del portero Moisés Muñoz, quien hizo una salida un poco precipitada en el primer gol de los Tigres y así termina el primer tiempo, con el 1-0 en favor de los visitantes.

En el segundo tiempo, los Tigres empiezan a dominar, a tocar el balón, pero sigue defendiéndose mientras que el técnico Ricardo La Volpe empieza a hacer cambios para tratar de darle más potencia al ataque del América.

A balón parado, en un tiro de esquina, aparecen los centrales americanistas, toca Goltz y termina empujando la pelota Bruno Valdez, para que se empatara el partido y la decisión queda en el aire.

Con un estadio lleno, con un dominio del América en el primer tiempo, pero con un gran gol de Gignac, dominio del América en el segundo, Tigres defendiéndose, buscando otro error del América.

Entró Darwin Quintero buscando el arco de los Tigres, pero no pudo hacer mucho.

El partido no está decidido, parece, como lo esperábamos, que se decidirá en el Universitario con los Tigres en su casa, con su público, frente a un América que tendrá que hacer un gran esfuerzo para intentar derrotar a un equipo que depende de sus individualidades, pero que tiene un hombre gol como lo es el francés Gignac, al que le hicieron una entrada muy fuerte, muy violenta en el segundo tiempo.

 
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