Si califican, ¡cuidado!

José Pablo Coello
en CANCHA


Pittsburgh y Green Bay iniciaron la campaña como dos de los máximos favoritos para representar a sus respectivas conferencias en el Súper Tazón LI. Sin embargo, ambas escuadras pasaron por momentos difíciles y llegaron a tener rachas de cuatro derrotas consecutivas, con lo que comprometieron seriamente sus posibilidades de clasificar a los Playoffs. A falta de tres semanas en la campaña regular,

los Acereros han ligado cuatro triunfos y los Empacadores tres, y ambos equipos tienen los ingredientes necesarios para ser considerados rivales de mucho cuidado si logran meterse a la postemporada.

La escuadra de Mike Tomlin tiene una ofensiva capaz de anotar puntos en un abrir y cerrar de ojos gracias a la mejor combinación de mariscal de campo, corredor y receptor abierto en toda la NFL. Le'Veon Bell está teniendo una campaña histórica, mientras que la química entre Antonio Brown y Ben Roethlisberger es única, lo que complica muchísimo el trabajo de las defensas rivales. Además, la línea ofensiva es una de las mejor evaluadas en la temporada, y la defensa parece pasar por su mejor momento desde que Keith Butler tomó el sitio del legendario Dick LeBeau. Aunque Pittsburgh controla su destino, los duelos ante Bengalíes, esta tarde, y contra Baltimore el próximo domingo son de alto riesgo y podrían complicar la ruta hacia el título divisional.

Green Bay ha vuelto a soñar gracias al resurgimiento de Aaron Rodgers. Tras un inicio inusualmente irregular que incluso puso en entredicho la continuidad de Mike McCarthy, Rodgers ha jugado a un nivel espectacular en las últimas semanas. La paliza del domingo anterior ante Seattle es la muestra más clara de los alcances de la ofensiva cuando su mariscal de campo está enchufado. La defensa, sin ser una unidad dominante, ha hecho un trabajo formidable en las tres últimas semanas limitando a las ofensivas rivales a un promedio de 12 puntos por partido. A diferencia de Pittsburgh, los Empacadores necesitan ayuda para clasificar, pero tomando en cuenta el complicado calendario de algunos de sus rivales, no sería extraño que las combinaciones les favorecieran en la recta final.

Hace casi seis años, Ben Roethlisberger y Aaron Rodgers se vieron las caras en el Súper Tazón XLV. Y aunque el camino aún es largo y lleno de obstáculos, no descarten que estas dos grandes figuras de la NFL pudieran enfrentarse de nuevo el próximo 5 de febrero, para dirimir al ganador del trofeo Vince Lombardi.

 
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