Noche de pesadilla

Francisco Javier González
en CANCHA


Seguro que fue así. Una de esas veladas en las que uno se pelea con la almohada, la tira al piso, la recoge, tiene frío y calor al mismo tiempo y no puede conciliar el sueño.

Y es que..¡caramba! con esa cantidad de goles. En ninguna mente razonable podía caber tal castigo, y menos al ver cómo se dieron las cosas.

Es cierto que el perdedor merecía más de lo que obtuvo. Y no es por

apasionarse. Porque hubo lapsos en que estuvo encima pero siempre hay algo que se interpone entre el intento y la meta: el poste, el arquero que debe irse a comprar un billete de lotería, y ahora hasta la amenaza tecnológica que amenaza con su ojo certero los descubrimientos que anulan la intimidad del futbol. Eso intimida.

Los medios, los directivos, los futbolistas, han pedido durante años el uso tecnológico en este deporte.

Bien dicen que lo peor que le puede pasar a lo que quieres, es que se cumpla.

Ahora los viriles zagueros, los experimentados vigías de los ataques enemigos, van a pasar báscula de tal manera que como en las cámaras de los bancos, serán descubiertos y seguro que a veces sin hacer nada malo.

¡Mira que escuchar el silbatazo del árbitro en pleno partido interrumpiendo la inspiración del juego para marcar un penalti que el ojo humano no había captado!

La FIFA, que está estrenando juguete nuevo, ahora va a querer usarlo hasta la saciedad. Como si fuera su regalo de Reyes Magos.

A veces para ganar hay que tener suerte pero para perder, también. El azar tiene dos caras y una de ellas afecta al desfavorecido.

No puede dominarse tanto y terminar tan pateado.

Y en un torneo corto, el destino se decide en 90 minutos: un parpadeo, y a otra cosa.

Entre una y otra voltereta dentro de las cobijas, aparecen en la pesadilla las oportunidades falladas. Y también, claro, la contundencia del adversario que era inmerecida.

Ese gol que no entró por el error increíble del delantero y luego los del portero propio que no hubiera atrapado ni gallinas esa noche.

Así pasó la madrugada la ciudad de Medellín.

Con la increíble victoria del Kashima Antlers que "venadeó" al Atlético Nacional para clavarle dos goles en los últimos seis minutos y avanzar a la Final del Mundial de Clubes con un tres a cero increíble.

El turno, después, fue del América contra el Real Madrid.

La pesadilla buscaba nuevo destino. Puede ser México, pudo ser España. El futbol es azaroso.

Lo bueno es que el insomnio asaltó las camas colombianas la madrugada del miércoles.

Prendemos el televisor para ver al equipo del siglo según la FIFA, con el de nuestro futbol que lo cumplió este año.

Perdón la indiscreción: ¿Cómo pasó usted la noche?

 
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