¿Le tendrán paciencia a Dak?

José Pablo Coello
en CANCHA


La ofensiva de los Vaqueros ha dado muestras de ser una unidad vulnerable en las dos semanas más recientes del calendario regular.

Aunque ante los Vikingos sacaron la victoria, el duelo no se definió hasta la última jugada y Dak Prescott terminó con solamente 139 yardas por aire, además de ser capturado en tres ocasiones.

Ante los Gigantes, el domingo por la noche, Prescott jugó el

peor partido de su joven carrera como profesional. Solamente completó el 45.9 por ciento de sus pases y sufrió dos intercepciones, igualando la cifra de pases interceptados que había acumulado después de los primeros 12 encuentros de la campaña regular.

Pero lo más preocupante es que durante el partido ante Nueva York, por momentos pareció perder la calma y la capacidad para tomar decisiones acertadas en momentos de apremio. En pocas palabras, por primera vez desde aquel partido de la Semana 1 ante los mismos Gigantes, Prescott se vio como un mariscal de campo novato.

Es cierto que una mala noche la puede tener cualquiera y que, a pesar de la derrota, el equipo de Dallas tiene grandes posibilidades no sólo de ganar la división sino de terminar la campaña con la mejor marca de la Conferencia Nacional.

El primer lugar en la "siembra" les daría a los Vaqueros el derecho a descansar la primera semana de Playoffs, pero lo más importante, la posibilidad de jugar como locales toda la postemporada. Y no hay duda de que, jugando en casa y ante su público, las condiciones para Prescott serían mucho más favorables que las que encontró en sus más recientes visitas a la casa de los Vikingos y de los Gigantes.

Aun así, ya surgen algunas voces que sugieren que en caso de que la ofensiva no mejore ante Tampa Bay, los altos mandos del equipo podrían considerar la opción de devolverle la titularidad a Tony Romo.

Estoy convencido de que, jugando a su máximo nivel, Romo le daría otra dimensión a la ofensiva gracias a su capacidad para leer a las defensas contrarias en circunstancias de presión. La tentación es grande, y es que no hay un sólo equipo en la NFL que tenga en la banca a un QB con la calidad de Romo, además de que Jerry Jones sabe que la ventana para ganar títulos en esta liga se abre y se cierra muy rápidamente.

Sin embargo, creo que sentar a Prescott sería un error y comprometería el desarrollo de un mariscal de campo que ha demostrado que puede ser la solución a futuro para los Vaqueros, en la posición más importante de este deporte.

 
 
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