A los desvelados del sábado por la noche -o mejor dicho de las primeras horas del domingo- el América les entregó una buena noticia: la desvelada del jueves será peor, pero valdrá más la pena porque se medirá al Real Madrid en partido oficial.
Medirse al campeón de Europa tiene enormes dificultades para cualquiera, pero también servirá, si la actuación es digna, para reforzar el prestigio
internacional.
A diferencia de otros equipos mexicanos que han asistido al Mundial de Clubes, las Águilas van, como quedó apuntado, en plena competencia local. Es decir que en un lapso de 10 días habrán jugado contra los merengues y también ante los Tigres una instancia que le puede deparar un trofeo para sus vitrinas.
Inútil es apuntar que el favorito para el duelo es el Real Madrid, simplemente porque habitualmente lo es para cualquier partido que juegue.
Pero además de su estatura, presupuesto y fama, hoy es líder con seis puntos de ventaja sobre el Barcelona en la Liga española, tiene al jugador que salvo un viraje inesperado volverá a recibir el Balón de Oro que le acreditará como el mejor del planeta, y sabe que tras ganar la Champions anterior y la Supercopa europea, es el club más devorador de títulos de todo el orbe.
La otra preocupación merengue es conocer su rival en los Octavos de la Champions esta misma mañana. Es el tipo de asuntos que envuelven la realidad madridista.
¿Cómo pelearle a un adversario de tal envergadura? ¿Qué podrá hacer el América, campeón de una de las zonas menos visibles del mundo como lo es Concacaf, sin jugadores en su plantilla que valgan 100 millones de euros?
El futbol tiene caminos misteriosos y de repente ofrece historias impensadas.
Si el Dépor estaba logrando la hazaña en el Bernabeu el sábado -cierto, con un Madrid confeccionado con varios suplentes-, si el Alcorcón dio muestra un día de que eventualmente David puede darle un resorterazo a Goliat y tumbarlo, el América tiene que plantear un partido cuya intención sea la de ganar.
Para Ricardo La Volpe y sus dirigidos, está a punto de presentarse el mayor reto de sus carreras: enfrentarse al Madrid en un partido oficial con las consecuencias de que lo sea: Para Zidane, Cristiano Ronaldo y nombres conjugados en blanco, el interés de ganar el duelo también es fundamental. Un equipo que vive lejos del fracaso, tiene más obligación que nadie para llevarse el trofeo.
América, en su centenario, pelea dos torneos importantísimos en próximos días.
No está mal para celebrar...pase lo que pase.
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