Cronometrajes y decibeles

Rubén Romero
en CANCHA


De acuerdo con la empresa Tata Consultancy Services, la parte del trayecto que reporta los más altos niveles del ruido y las porras de los espectadores en el Maratón de Nueva York es sobre la Primera Avenida, a partir del kilómetro 26.

Tata estima que se junta un promedio de siete mil 500 espectadores por cuadra en esa avenida, y que el volumen del ruido provocado por los espectadores

alcanza los 126 decibeles. Un récord más del Maratón de Nueva York.

Desde otra perspectiva, un reporte presentado por Strava afirma que cuando los corredores cruzan el Puente Queensboro, en el kilómetro 25, donde no hay no hay espectadores ni ruido, el paso promedio de los participantes es de 6'10" por kilómetro, mientras que al entrar a la Primera Avenida el promedio baja a 5'50" por kilómetro.

¿Qué tienen que ver los decibeles con los corredores y con el maratón?

Un informe de la Organización Mundial de la Salud establece que el volumen de sonido aceptable para el oído humano es del orden de 80 decibeles o menos.

Al sobrepasar los 100 decibeles el sonido se vuelve molesto, aunque en algunos casos puede ser estimulante, al grado de que algunas discotecas garantizan a sus clientes que el volumen de su música sobrepasará los 110 decibeles como una manera de estimular su adrenalina y su euforia.

Aquí vale decir que el 98.8 por ciento de los casi 52 mil corredores que arrancaron el Maratón de NY llegaron a la meta. Ningún otro maratón en el mundo se acerca a ese porcentaje.

De acuerdo con el efecto de la audiencia que manejan autores como Matt Fitzgerald, el corredor utiliza la atención que recibe del espectador como una forma de combustible de muy buena calidad que le permite mejorar su desempeño, en parte por la auto sugestión de sentirse estimulado y capaz, y en parte con el objetivo (subconsciente) de atraer una mayor atención (y más apoyo) del espectador.

El resultado es que a consecuencia de la motivación que el corredor recibe de los espectadores alcanza mejores desempeños, lo que en el caso de Nueva York podría explicar ese 98.8 por ciento de finalistas.

Es claro que para correr más rápido no basta con controlar el glucógeno y el lactato. Los decibeles también cuentan al escoger un maratón.

Recuerda que correr es salud y algo más, mejor calidad de vida.

 
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