Una rivalidad que fue clásica y filial en épocas de los 90 y Final por un título en 2002, tiene una reimpresión moderna en plena era digital.
Los años que pasaron con Necaxa tan lejos de los lugares protagónicos y la mudanza a Aguascalientes que culminó con la venta de la franquicia hace un par de años, habrán diluido ese sentimiento que en su época nació de la preferencia de sus mentores
por el hermano grande, vencido con frecuencia por el menor.
Lo de Necaxa hoy es portentoso y extraño.
Alfonso Sosa, experto ya en eso de ascender equipos e intentar en Primera División, ha logrado con una dirección deportiva de Carlos López de Silanes que sin duda suma, un equipo ordenado, bien trabajado y sumamente solidario.
Eliminar al Pachuca no es cosa fácil, como tampoco lo será intentarlo contra el América. Pero como no hay nada qué perder, la presión por obtener el resultado se convierte en una motivación que puede ser temeraria.
América creció con su triunfo en Cuartos de Final sobre las Chivas. Los triunfos frente al odiado rival, y más aun con los contextos actuales, alimentan de una manera superlativa.
No obstante tener varias ausencias importantes por diferentes accidentes durante la campaña, las Águilas van recuperando gente que le ayudan a lucir favoritas. Poseen velocidad, experiencia, un plantel numeroso en calidad y la costumbre de jugar encuentros de esta naturaleza.
Si avanzara a la Final, América tendría un grave problema que atender: viajar a Japón el mimísimo lunes para presentarse en el ansiado Mundial de Clubes en el que podría enfrentar al Real Madrid.
Como no se puede todo en la vida y los calendarios tienen sólo 52 semanas al año, no habría más alternativa que aplazar la Final del torneo mexicano. El castigo físico por un viaje tan largo y tres partidos jugados en poco más de una semana en Japón, tendrían que pasarle factura para cuando llegara a definir al nuevo campeón mexicano.
A río revuelto, ganancia de Tigres.
Sea recibiendo a Necaxa o al América en la Final si es que el León no consigue la hazaña de darle la vuelta al marcador de anoche, estaría descansado y recibiendo el partido de vuelta.
Son muchas suposiciones pero la Liguilla va tomando un rumbo hacia la Final. En espera de lo que suceda hoy en Aguascalientes, la victoria de Tigres sobre un desteñido León que pudo recibir mayor castigo y las circunstancias del segundo finalista, le parecen despejar el camino ante cualquier opositor.
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