Corazón de león
El 26 de junio de 2003, el mundo del futbol se cimbró cuando la muerte apareció en la cancha durante un partido de la Copa Confederaciones de Francia.
Millones de personas miraban en vivo la transmisión del partido Camerún-Colombia, de Semifinales, y fueron testigos del fallecimiento de Marc-Vivien Foe, de 28 años, quien se desplomó sobre la cancha del Estadio
Gerland, de Lyon.
La imagen del defensa camerunés llevado sin vida en camilla fuera de la cancha se convirtió en una de las más relevantes del año. Hasta hoy, la del camerunés es la primera y última muerte de un futbolista dentro de un torneo organizado por la FIFA.
La autopsia reveló que la causa de muerte fue un paro cardíaco repentino, condición que aumenta el riesgo de muerte súbita durante el ejercicio físico.
Al minuto 74, después de momentos de angustia y lágrimas, Valery Mezague fue enviado al campo para sustituir a su compañero fallecido. Camerún ganó el partido 1-0 y avanzó a la Final, en la que perdió frente al anfitrión unos días después.
JOYA MARSELLESA
La vida de Valey Mezague (8 de diciembre de 1983, Marsella) era fabulosa en 2003. Desde pequeño jugaba futbol y había impresionado a los observadores por su calidad técnica y madurez. Se desempeñaba como mediocampista ofensivo y destacaba por su velocidad. En 1999, a los 16 años, debutó en la Primera División de Francia, con el Montpellier.
De padre camerunés y madre francesa, antes de los 20 años fue llamado a la Selección mayor de Camerún, a la que eligió por encima de la de Francia.
En la temporada 2002-2003, Mezague marcó seis goles en la Liga y atrajo reflectores del futbol europeo. Fue incluido en la lista para la Copa Confederaciones 2003, en la que Camerún terminó como subcampeón.
Tras la muerte de Marc-Vivien Foe, por sus cualidades técnicas, Mezague fue señalado por Roger Milla, leyenda del futbol camerunés, para ser el nuevo jefe de la media cancha de los Leones Indomables, pero el tiempo no le alcanzó para hacer válidas todas las esperanzas depositadas en él.
Cuando parecía que su carrera tomaba un rumbo definitivo al estrellato, en lugar de honores y brillo, Mezague experimentó un descenso al infierno.
DESTINO CRUEL
En julio de 2003, apeas unos días después de la Final de la Confederaciones, Mezague sufrió un grave accidente automovilístico que lo tuvo tres días en coma y le dejó lesiones cerebrales.
Tras se tocado por la tragedia y casi morir cuando su carrera estaba en el máximo nivel, la joven estrella del Montpellier trabajó durante meses para recuperarse, pero nunca volvió a brillar como antes del accidente.
El Stade Rennes lo tenía en la mira, pero desistió de contratarlo después del accidente. Los sueños de grandeza de Mezague se evaporaban.
Paro la Selección estaba ahí para él. El técnico Winfried Schafer lo llamó para la Copa Africana de Naciones 2004, en Túnez, en la que tuvo dos apariciones. Los Leones Indomables fueron eliminados en Cuartos de Final por Nigeria.
Después de una temporada difícil en busca de encontrar un nivel aceptable, Mezague fue enviado a préstamo al Portsmouth, recién ascendido a la Liga Premier inglesa, donde pasó inadvertido.
Volvió a Francia, con el Montpellier, y después el Sochaux, de la Ligue 2, adquirió su pase, pero el camerunés tampoco logró impresionar, así que fue de préstamo en préstamo en equipos de divisiones menores, como Le Havre y el Chateauroux.
Al final de su contrato con Sochaux, se fue al Vannes, también de la Ligue 2, y comenzó a mostrar de nuevo las cualidades que lo llevaron al estrellato, pero un par de lesiones graves lo detuvieron de nuevo.
EN EL OLVIDO
Después de su salida de Vannes, en 2011, intentó revivir en Grecia y después en la Tercera División inglesa, con el Bury, pero apenas jugó siete partidos. Incapaz de mantener el ritmo de un futbolista profesional, Mezague se quedó sin equipo y estuvo un año sin jugar.
En agosto 2014, el Sporting Toulon, de la Cuarta División francesa, le abrió las puertas. Mezague retomó su carrera como futbolista, pero su aventura duró muy poco tiempo.
El 15 de noviembre de 2014, Mezague, de 30 años, fue hallado muerto en su departamento en Toulon. Su vida se había perdido entre el tiempo y las lesiones, físicas y anímicas.
La gran esperanza del futbol camerunés había sido incapaz de confirmar las promesas de sus primeros años y estaba profundamente deprimido. Las primeras indagatorias del deceso apuntaron a un posible suicidio.
"Me quedé atrapado. Durante dos años no pude hablar de ello. Era demasiado frío, demasiado. El accidente fue claramente un obstáculo en mi carrera", explicó Mezague en 2011, en una entrevista para Afrik.com.
Días después, la autopsia reveló que el fallecimiento se debió a un paro cardíaco repentino, derivado de una enfermedad del corazón.
Las noticias de su muerte, inevitablemente, hablaron de él como el futbolista que había reemplazado a Marc-Vivien Foe en el Colombia-Camerún, de la Confederaciones 2003. Ambos murieron por cardiopatía hipertrófica.
A diferencia de Foe, cuyo número 23 fue retirado de las camisetas del Manchester City y recibió decenas de homenajes post mórtem, Mezague desapareció en el completo olvido.
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