Si noviembre fuera enero

José Pablo Coello
en CANCHA


La temporada de la NFL está llegando a la mitad del camino, y así como hay equipos que luchan por sobrevivir, aunque parecen estar muertos, hay otros que lucen en gran forma de cara a las ocho semanas finales del calendario.

Y aunque está claro que las expectativas pueden modificarse radicalmente a partir de una lesión o de una baja de juego, resulta interesante analizar a dos escuadras

muy populares en México que, de mantener su nivel, tendrían muchas opciones de pisar fuerte en los Playoffs.

En la Conferencia Americana, los Patriotas parecen estar en una Liga aparte gracias a contar con Tom Brady, quien aún con casi 40 años sigue siendo el mejor mariscal de campo de la actualidad.

Y por el momento, estoy convencido de que el único equipo capaz de pelearles la supremacía son los Raiders de Oakland. La ofensiva ha mostrado no sólo su potencia sino su gran versatilidad en el triunfo sobre Denver, en el que confirmó que tiene muchas formas de sumar puntos y yardas ante rivales de peso.

Por otra parte, la defensiva que había sufrido mucho en las primeras semanas, ha empezado a mejorar a partir del resurgimiento de Khalil Mack y parece capaz de ser una unidad agresiva y confiable que complemente el brillante momento por el que atraviesan Derek Carr y compañía.

En la Conferencia Nacional, como ya lo señalé hace algunas semanas en este espacio, la inconsistencia sigue siendo el común denominador de la mayoría de los equipos contendientes. La excepción a esa condición son los Vaqueros, que han ligado siete triunfos tras haber perdido en la jornada inaugural ante los Gigantes.

Dak Prescott y Ezekiel Elliot están teniendo una campaña de ensueño y han convertido a la ofensiva en una máquina de hacer puntos, mientras que la defensiva, una unidad de la que se habla poco, está también entre las mejores de la Liga en puntos recibidos por partido.

Es evidente que, si la postemporada iniciara hoy, Oakland y Dallas serían favoritos para llegar lejos en sus respectivas conferencias. Ambos equipos van por muy buen camino y, a menos de que algo muy extraño suceda, coincidirán en Playoffs por primera vez desde 1993.

Aun así, hay muchos partidos por jugar y Jason Garrett y Jack del Río tienen a partir de ahora el reto de hacer que sus escuadras lleguen al pico de su rendimiento cerca del final de la campaña, para así tener mejores opciones de terminar con una muy larga sequía de títulos en sus respectivas instituciones.

 
 
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