Vale la primera vez igual que un póker

Homero Fernández
en CANCHA


La identidad del pueblo vasco confluye en un sinfín de raíces milenarias como el euskera (su lengua propia) y el nacionalismo. Y en otras menos solemnes como la rica gastronomía y su pasión por los deportes.

En el futbol, por ejemplo, la diversidad regional del País Vasco tiene amplia representación. A nivel profesional, dos grandes símbolos: la Real Sociedad, de San Sebastián; y el

Athletic Club, de Bilbao. Justamente en el equipo bilbaíno, el de palmarés más exitoso, conviven en estos días dos curiosas circunstancias relacionadas con el gol.

Después del histórico cañonero Telmo Zarra, quien mantuvo el récord de mayor goleador del futbol español por más de 60 años hasta que Lionel Messi lo destronó, el Bilbao ha recuperado a un nuevo romperredes: Aritz Aduriz.

A sus 35 años, el delantero donostiarra marcó cinco goles el jueves pasado ante el Genk belga por la Europa League y sumó 108 en cuatro temporadas con los rojiblancos. El "Roble", como significa su nombre en euskera, fue en 2015 el artífice de la conquista de la Supercopa de España ante el Barcelona, el primer título en 31 años para los Leones. Hizo un hat trick en el decisivo 4-0 que le recetaron al Barsa en San Mamés y alcanzó 36 goles en la temporada 2015-16.

Antes de iniciar su carrera en el futbol, la que lo ha llevado a otros equipos y lo ha regresado dos veces al Athletic, el joven Aduriz llegó a ser subcampeón español en esquí de fondo. También se dedicó al piragüismo, al surf y al volibol. Un verdadero deportista.

En el extremo opuesto de la veta goleadora de Aduriz convive otro compañero de equipo, Mikel Balenziaga.

También como el delantero, fue y vino por varios equipos y tras un excelente pasaje por el Valladolid regresó a Bilbao.

El lateral zurdo ha jugado 170 partidos con el Athletic, de los 270 de su vida profesional. Pero, fue recién en septiembre que hizo su primer gol después de 10 años de carrera. El portero italiano del Sevilla, Salvatore Sirigu, fue la ilustre víctima. El vestuario de los Leones, fue una fiesta esa noche. "He aguantado muchas bromas, muchos años", confesó ante la prensa. "Es el primer gol que marco, pero no me quito ninguna espinita al hacerlo", aclaró por si había alguna sospecha de frustración en esa década.

Pero mientras Balenziaga deberá purgar una pena de dos fechas por patear a un rival en el piso en el partido contra el Málaga, Aduriz vive una primavera en pleno noviembre.

La noche que apuntó su nombre en las estadísticas históricas de su club y de la UEFA salió corriendo al hospital para recibir a su nueva hija, quien apuró el parto para no perderse la hazaña de su padre.

¡Cuando los goleadores tienen buena racha no importa contra quién jueguen, ni cuánto demore en caer el primer gol!

 
 
Twitter: @mundodepelota
homero.fernandez@reforma.com